Normativa aduanera aplicable en caso de entrada en Hungría desde un tercer país:
- Solo y exclusivamente, personas mayores de 17 años pueden traer al país productos y bebidas alcohólicos. No más de 4 litros de vino de uva, 16 litros de cerveza y 1 litro de bebidas que contengan más del 22% en volumen de alcohol o 2 litros de menos de 22%.
- Quienes llegan al país en avión, pueden traer consigo libre de impuestos y aranceles 200 cigarrillos o 100 puritos, o 50 puros o 250 gramos de tabaco. Quienes no llegan a Hungría por vía aérea, pueden traer consigo 40 cigarrillos (o 20 puritos, 10 puros o 50 gramos de tabaco). Estos se pueden combinar, pero entonces es aconsejable leer detenidamente las reglas aplicables.
- Además de lo anterior, se puede traer productos para uso personal o como regalo libres de impuestos y aranceles hasta un valor de 300 EUR o, en el caso de los que llegan en avión, de 430 euros. En el caso de los menores de 15 años, este importe es de 150 EUR.
- Se puede traer consigo asimismo 10 l de combustible en bidón o tanque.
- No se puede traer consigo a Hungría productos cárnicos, lácteos y alimentos perecederos procedentes de países no pertenecientes a la UE.
- Quienes están sujetos de medicación habitual, pueden traer la cantidad de medicamentos en proporción a la duración del viaje.
Dentro de la Unión Europea, los animales de compañía se pueden transportar con un pasaporte animal.
Del país se puede llevar 1 litro de alcohol, 1 litro de vino y 5 litros de cerveza. Además, 500 cigarrillos o 100 puros o 500 gramos de tabaco. 1 kg de café, té o cacao y especias. La cantidad de pimentón que se puede llevar del país libre de impuestos y aranceles se ha determinado a prorrata:
- hasta el límite de valor de 500 HUF/pieza: 10 piezas por variedad
- hasta el límite de valor de 2000 HUF/pieza: 5 piezas por variedad
- hasta el límite de valor de 5000 HUF/pieza: 2 piezas
En Hungría, no existen tasas aeroportuarias de entrada o salida.
Antes de emprender viaje, es aconsejable consultar las reglas vigentes.
Aduanas
La Unión Europea no restringe lo que una persona particular compra para uso personal en otro país de la UE, puesto que el precio de ese producto ya incluye los impuestos aplicados por el país donde lo ha comprado.