El más alto, el más moderno y el más misterioso: miradores que no debe perderse

No sólo el panorama de 360° de la colina Peter a 955 metros de altura hace que el mirador destaque, sino también los tres albergues vivac en su interior. Las cabinas de hormigón armado del mirador de 30 metros de altura cuentan con iluminación, Wi-Fi y coloridas ventanas de cristal, lo que proporciona un confort y una experiencia muy especiales a los excursionistas. Desde el mirador de la ruta del Sendero Nacional Azul, se pueden ver los montes Bükk, Cserhát y Börzsöny. La construcción ganó el premio especial Architizer en 2016, convirtiéndose en uno de los mejores edificios de 2015. 

La más bella vista del Recodo del Danubio, el destino más popular de los montes Pilis y, sin duda, uno de los lugares más relajantes de todo el país. Tales calificativos solo pueden aplicarse a Prédikálószék, e incluso el camino que conduce allí pasando por las rocas Vadállókövek promete una experiencia inolvidable. Merece la pena acercarse al mirador desde el pueblo Dömös, la caminata es de casi 15 kilómetros, así que prevea mucho tiempo. Desde la torre mirador de 12 metros de altura en la cima, se puede ver el Recodo del Danubio, el Börzsöny y Visegrád, y una cosa es segura: no es fácil dejar atrás la vista.

Un sinuoso sendero conduce bajo la sombra de los fresnos hasta el mirador Peter Vajda, en la colina Kőris de 709 metros de altura, el punto más alto del Bakony. Desde el mirador, se puede ver todo el paisaje hasta la Abadía Benedictina de Pannonhalma y, en un día claro, incluso divisar los picos de los Alpes, pero la vista del bosque de pinos cercano también es memorable. El mirador es una parada del Sendero Nacional Azul. A 50 metros, la torre de radar con cúpula blanca de la estación de radar del Control Aéreo Civil constituye una visión futurista en el verde paisaje. Las famosas cuevas de la montaña también merecen una visita, la cueva de Odvas-kő de 30 metros de largo y con una entrada de 3,5 metros de altura se puede visitar gratuitamente.

En las montañas Mátra, pasará por helechos y arroyos durante el camino al pico más alto del país, el Kékes, de 1014 m de altura. La torre de televisión en la cima de Kékestető fue inaugurada en 1981; con 180 metros de altura sigue ofreciendo una magnífica vista, con los Tatras visibles en los días claros. En invierno, Kékestető es un popular paraíso de esquí, mientras que el resto del año la zona es popular entre los excursionistas. Kékes, con su aire fantástico, ha sido declarado oficialmente lugar de curación por su clima desde 1963.

Merece la pena visitar los paisajes salvajes y las escarpadas rutas de senderismo del Mecsek Oriental y, además de la exuberante vegetación, podrá conocer las tradiciones húngaro-suabas en los pueblos de los alrededores. Partiendo de Pécsvárad, el camino hacia el mirador conduce a través de un denso bosque, en el que vale la pena prestar atención al entorno, ya que aquí crecen rarezas como la peonía banática. El mirador de Zengő, el punto más alto del Mecsek con 682 metros, ofrece una vista fabulosa. Pero hay mucho más que descubrir en la zona. Al oeste de Mecseknádasd, se encuentran las ruinas del castillo Réka. Según la leyenda, la fortaleza fue construida por Atila, rey de los hunos, para su esposa Réka.