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ESPECIALIDADES CULINARIAS DE HUNGRÍA



ALBÓNDIGAS Y CREPES: LOS FAVORITOS DE TODAS LAS EDADES


Las crepes rellenas de compota, requesón dulce, crema de nueces o canela y espolvoreadas con azúcar glas, son un postre muy popular. Las albóndigas dulces también son muy populares en la cocina húngara. A menudo, se sirven como plato principal después de las sopas, que son esenciales en la concina húngara. Las más populares son las albóndigas de requesón, que se sirven con nata agria y azúcar glas, así como las albóndigas rellenas de frutas, generalmente, de ciruelas o albaricoques, que se espolvorean con azúcar glas a la canela.

SOPA GOULASH Y SOPA DE PESCADO: SIN DUDA LAS MEJORES DE LAS SOPAS HÚNGARAS

A los húngaros nos gusta decir que somos una nación «sopera». Mientras que en muchos países la sopa se considera tan solo un primero, nosotros los húngaros, tradicionalmente, opinamos que si uno aún no se ha tomado una sopa, no ha comido «de verdad». Además, distinguimos las sopas más ligeras a base de verduras y las sopas más contundentes preparadas de carne y con pasta. Las icónicas sopas goulash y la de pescado pertenecen a esta segunda categoría. Tienen innumerables formas de preparación, tanto en casa como en los restaurantes. La sopa de pescado húngara tiene básicamente dos versiones: la sopa de pescado de Baja y la de Szeged. La sopa de pescado de Baja se prepara en base a una receta más simple, tradicionalmente, de carpa, mientras que en la de Szeged ya encontraremos varias especies de pescado, y el espeso caldo se pasa por un tamiz. Otra especialidad húngara es la sopa de frutas dulce, servida en frío. A menudo, las sopas se elaboran en función de la estación del año, de las verduras y frutas de temporada, pero pueden también seguir la oferta de pescado o carne de caza conforme a la temporada de pesca o caza.

LA MAGIA DEL GUISO PREPARADO EN CALDERO

El pörkölt (guiso) es un plato húngaro tradicional. La forma correcta de su preparación es objeto de discusiones acaloradas. ¡Pregúntelo donde quiera en todo el país y, seguramente, todos le propondrán algo diferente! El primer paso del modo de preparación tradicional es sofreír la cebolla picada en manteca de cerdo, que se cuece junto con la carne cortada en cubos y se espolvorea con pimentón. Además de las versiones preparadas de las carnes comunes, como la carne de vaca, oveja, cerdo o pollo, también se suele elaborar de despojos (molleja, callos) e incluso de carne de caza. En los restaurantes, a menudo se acompaña con alguna guarnición caliente, mientras que la versión casera generalmente se consume con pan y encurtidos.

UN PLATO TRADICIONAL QUE SE ADELANTA A LA ÉPOCA

El főzelék (especie de potaje de verduras) es un plato principal a base de verduras con el que los húngaros se han adelantado a la época, puesto que este es un plato que no solo es fácil de digerir y saludable, sino también es apto para los vegetarianos y, dependiendo del método de condensación aplicado, se puede incorporar incluso a la dieta vegana. El főzelék es un verdadero plato de temporada. Lo mejor es prepararlo de productos frescos, como guisantes verdes o amarillos, espinacas, judías verdes, patatas, lentejas o incluso de col de Saboya.


DESDE LA COCINA CASERA HASTA EL AUTÉNTICO ARTE CULINARIO

Los partidarios de los platos de carne tampoco pasarán hambre, ya que otros platos populares de la comida casera, los platos únicos que contienen carne, como, por ejemplo, las patatas, el repollo o la coliflor al horno, también son muy comunes. Los húngaros tienen la firme convicción de que no importa cuán deliciosa sea una comida, siempre se puede mejorarla con un poco de nata agria. Por su sabor ligeramente agrio y su estructura cremosa, es uno de los productos lácteos preferidos de los húngaros. La cocina húngara ni se imagina sin ella. Hoy día, estos platos únicos de la cocina húngara, que combinan ingredientes vegetales y cárnicos, también se pueden encontrar en los menús de los mejores restaurantes. Este es un hito en la tendencia de que los sabores caseros clásicos ocupen su lugar merecido en los niveles más altos de la gastronomía.

¿PASTA PARA POSTRE? EL DULCE DILEMA HÚNGARO

Si un extranjero cuestionara que un plato de pasta dulce podría considerarse un plato principal, nosotros los húngaros le responderíamos sin pestañear que un plato de pasta puede ser plato principal, independientemente de si se trata de su versión dulce o salada. En la mayoría de los países, no se suele servir pasta dulce caliente como plato principal, pero en nuestro país, por ejemplo, la pasta a las nueces o a las semillas de amapola, espolvoreada con azúcar glas es bastante popular. Otro plato de pasta sencillo y cotidiano es la pasta a la sémola servida con compota, o la pasta al repollo espolvoreada con azúcar, o la pasta al requesón con tocinos que, a pesar de que a primera vista pueden parecer combinaciones extrañas, son platos favoritos en muchos hogares húngaros.


LA COMIDA CALLEJERA HÚNGARA EN EL MUNDO

Lo que el húngaro da por sentado, puede ser un auténtico manjar para un extranjero. Esto no es más que la comida húngara cotidiana que se vende en las calles y mercados. En los Estados Unidos, el lángos es muy popular, al igual que el kürtőskalács o pastel de chimenea. Este último se prepara sobre las brasas de carbón vegetal con un dispositivo especial en forma de cono. No obstante, muchas naciones de Europa Central reivindican la titularidad del pastel de chimenea. La propia operación del horneado tampoco es ordinaria: la masa se enrolla sobre una plancha en forma de cono y luego se enrolla en azúcar, para que se caramelice durante el horneado. El pastel de chimenea terminado se enrolla tradicionalmente en canela o nueces trituradas. Encanta tanto a los húngaros como a los extranjeros. Otro clásico de la comida callejera es el lángos, que se elabora con masa de levadura suave y se fríe en aceite en forma plana y redonda. Tradicionalmente, después se le añade ajo, nata agria y queso, pero hoy día ya no nos ofendemos si los turistas lo consumen con jamón o lo utilizan para sustituir el panecillo del perrito caliente.

‎¡MUÉVETE EN TU ENTORNO COMO UN HÚNGARO!