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El otoño en Hungría

Es una buena elección

¡Hágase con una guía y emprenda la marcha! En las ciudades húngaras, encontrará eventos y festivales culinarios a cada paso. Entro ellos, muchos que no se destinan específicamente a los turistas.

Variadas formas de hacer turismo urbano

El otoño es la estación más popular de los que planifican una visita turística urbana. Si aún no ha visitado Budapest, agregue a su lista de deseos el Castillo de Buda, el edificio del Parlamento, la Basílica de San Esteban y la Plaza de los Héroes. Los principales lugares de interés de Budapest se pueden alcanzar cómodamente a pie y en transporte público. En otoño, podrá disfrutar de un tiempo agradable combinado con días todavía lo suficientemente largos, y de una avalancha de turistas mucho más moderada. Si está considerando una visita turística tradicional, visite la ciudad de Debrecen, dé un paseo por la plaza Dobó en Eger, disfrute del ambiente único de Szeged o deambule entre las casas burguesas de Pécs. Le sorprenderá el sinfín de curiosidades históricas, cuentos y leyendas que ocultan los edificios de Hungría. Es un país europeo de pura cepa que satisface las exigencias del mundo occidental y, al mismo tiempo, con la espontaneidad del Este. ¡Una combinación realmente inspiradora! Si visita las principales atracciones, también conocerá un poco la tormentosa historia y las ricas tradiciones culturales de Hungría. Sin embargo, también podrá reservar recorridos especiales que le conducirán a las galerías de arte contemporáneo, le mostrarán los barrios emergentes o los lugares de arte callejero más espectaculares de la ciudad.

Jardines, parques, naturaleza

A veces, merece la pena interrumpir su aventura turística en un parque de la ciudad para disfrutar de las cálidas brisas otoñales que suelen soplar a principios de otoño. El jardín Károlyi, ubicado en el centro de Budapest, es un lugar idóneo para unos minutos de relajación. Al pasar de la concurrida y bulliciosa calle a este pequeño oasis verde conocido por pocos, inmediatamente experimentará su atmósfera especial. Los parques nacionales y arboretos de la Hungría rural también muestran su cara más hermosa en este período del año. La región de Őrség, las montañas Mátra, los alrededores del lago Balaton y el lago Fertő también son encantadores durante esta época.

Ser como un local

Estos meses no solo son coloridos y espectaculares, sino que también ofrecen un amplio abanico de programas. La temporada turística de verano ha terminado, pero la buena noticia es que en Budapest y las ciudades rurales se organiza una vasta gama de festivales y programas que se destinan sobre todo a la gente local. No hay mejor cosa que participar en estos eventos en los que se puede saber que la sonrisa es franca. Las terrazas de vino también se revitalizan y, a cada paso, tropezará con festivales y fiestas de vendimia. Aún si en la ciudad no se celebra ningún evento temático del vino, las enotecas le esperan con las puertas abiertas, en las que un sumiller competente le presentará la variada oferta de vinos de las regiones vinícolas de Hungría. Aparte de las grandes bodegas de renombre, busque también los vinos orgánicos elaborados por la nueva generación de enólogos. En las degustaciones, para acompañar los vinos se suele ofrecer jamón y queso caseros, tapas y aperitivos. Uno podría pensar que este es un género de verano, pero la verdad es que en otoño abundan los festivales callejeros. Estos pueden ser eventos temáticos o festivales locales de un distrito o barrio específico que le brindarán una buena oportunidad para participar en algo local y auténtico.

Más que un simple museo

Además de los museos principales, grandiosos y espectaculares, también vale la pena prestar atención al abanico de los programas ofrecidos por las exposiciones periódicas. ¿Le interesan las artes fotográficas? En Hungría hay varios lugares permanentes donde se pueden ver exposiciones clásicas o contemporáneas, obras de artistas internacionales y húngaros. Uno de los más interesantes es un edificio ricamente decorado, que hace 120 años fue el estudio fotográfico más elegante de Budapest. Toda la casa en cada detalle fue construida de modo que hasta los elementos más pequeños recordaran al visitante el mundo de la fotografía. Por encima de la entrada, se sitúan unos angelitos neorrenacentistas con una cámara fotográfica en la mano (Casa Mai Manó) www.maimano.hu. Fuera de la ciudad, los castillos, palacios y mansiones le tentarán. Los castillos que se erigen sobre las altas cumbres de las montañas Zemplén, le invitarán a hacer senderismo.

Pasado grabado en piedra

La sugerencia puede parecer extraña al principio, pero es muy interesante dar un paseo por el cementerio de la calle Fiumei de Budapest. El cementerio judío de la calle Salgótarjáni es uno de los camposantos más singulares de Hungría, el lugar de descanso final de la élite judía de Pest a finales del siglo XIX, que evoca la época de la monarquía austrohúngara.

El detective Colombo y su perro

En Hungría, abundan las encantadoras esculturas urbanas. Al comienzo de la calle Falk Miksa en Budapest, la estatua del detective Colombo, o sea, Peter Falk, se rasca la nuca. Según la leyenda urbana, el actor estadounidense es descendiente del famoso periodista húngaro Miksa Falk, pero esta afirmación no está probada. Esta es, quizás, la escultura pública más fotografiada en Budapest, ¿o tal vez, la princesita sentada en la barandilla del paseo del Danubio? Los zapatos abandonados a orillas del Danubio delante de la plaza Kossuth evocan una triste historia. Rinden homenaje a las víctimas que durante la Segunda Guerra Mundial aquí fueron fusiladas y arrojadas al Danubio. En el paseo Corvin, se encuentra la estatua de Bud Spencer, la estrella de la serie popular de las películas de Piedone. Un nuevo fenómeno se ha hecho popular de inmediato en la capital: las miniestatuas de Michael Kolodko hacen sonreír a cualquiera, si logra encontrarlas. Ya se ha hecho un mapa de los sitios donde sus diminutas esculturas de bronce se pueden encontrar, que evocan las icónicas figuras de dibujos animados húngaros y recuerdos de la infancia. En la calle Falk Miksa, encontrará a cada paso galerías y tiendas de antigüedades que son un lugar idóneo para ir de compras o mirar los escaparates.

Regocijo de la vendimia

Si llega el otoño, ¡a la vendimia! Tokaj, Eger, Villány y las demás regiones vinícolas húngaras ‒porque hay 22 en total‒ prometen programas estupendos para la época de la vendimia. Por supuesto, lo mejor de todos los programas es la cata de los excelentes vinos locales de cada región. De todos los vinos húngaros, el aszú de Tokaj es el más conocido. Este vino de postre tiene una larga tradición, es especial y se elabora sola y exclusivamente en esta región. Los municipios de la región de Tokaj-Hegyalja y las montañas Zemplén ofrecen, además del vino, platos deliciosos, paisajes montañosos, castillos fronterizos erguidos en altos acantilados, elementos de la tradicional vida rural, tranquilidad y armonía.

Castillos y palacios

El lugar preferido de la emperatriz austriaca, Sisi. El palacio se ajusta al calendario: tiene 4 entradas, 12 torres, 52 habitaciones y 365 ventanas. Propiedad del Jinete del Diablo, que iba a caballo hasta por las escaleras. El «palacio para ponerse de morros», cuya dama se escondía aquí tras pelearse con su marido. Secretos masónicos, frescos en 3D del siglo XIX. Los árboles matusalenes, los más antiguos del país, se encuentran en el jardín del palacio. Se podría contar muchas leyendas, al igual que una lista casi interminable de castillos, palacios y mansiones húngaros. Si no quiere alejarse mucho de Budapest, visite la magnífica residencia de los Grassalkovich en Gödöllő, el palacio barroco más grande del país.

Colores de otoño

Para disfrutar de los colores de otoño, basta con hacer un viaje a las colinas de Buda y, para mejorar la experiencia, combinarlo con una degustación de hojaldres. Desde la plaza Széll Kálmán, podrá tomar el autobús 21 hasta la última parada en Normafa, donde comienza un paseo sobre las colinas y se disfruta de una vista impresionante de la ciudad. Paseando por un sendero acogedor y bien señalizado, se llega hasta un mirador y, luego, a la localidad de Hűvösvölgy, desde donde podrá regresar a la ciudad en autobús. Si para el viaje de regreso opta por el Tren Infantil, también podrá disfrutar del paisaje otoñal desde los vagones.

En el este de Hungría, las montañas Bükk y, en la parte occidental del país, la región de Őrség seducen a los visitantes con sus colores otoñales. Los lugares de interés de los alrededores de Miskolc, su singular balneario rupestre y las rutas de senderismo de montaña en esta estación del año son los más espectaculares. En la región de Őrség, podrá encontrar animales pastando entre las encantadoras casas rurales renovadas, excelente comida orgánica y tierras amarilladas de calabazas.

El tiempo

En Hungría, a veces el otoño no se da cuenta de que el verano ya ha acabado. Por lo tanto, en septiembre y hasta a principios de octubre, días calurosos y veraniegos sorprendentemente agradables pueden asombrar a los viajeros. Sin embargo, en el mes de noviembre, imperan la niebla y la lluvia, por lo que vale la pena vestirse en capas y prepararse para un posible chubasco.

Sugerencia

En otoño, comienza la temporada de cine. Particularmente, en los días más cortos o lluviosos, se recomienda repasar la oferta de los cines independientes. Entre ellos, hay uno que proyecta películas antiguas, mientras que otro es el cine más pequeño de Europa. Algunas películas están dobladas, por lo que, antes de comprar las entradas, es recomendable verificar el idioma. En los cines independientes, se garantiza el ambiente de la vieja escuela.