A sólo 33 km de Szeged, se encuentra la joya de Makó, el Hagymatikum (que es un juego de palabras: cebolla+hungarikum, que se podría traducir al castellano como Cebolliticum), diseñado por el arquitecto Imre Makovecz, galardonado con los premios Miklós Ybl y Kossuth. En 1956, durante una perforación petrolera, se encontró agua termal por primera vez en la zona, y el spa ha ido creciendo poco a poco en las décadas posteriores. El actual balneario medicinal y de experiencias, que satisface todas las demandas, atrae a miles de turistas cada año.
Experiencias acuáticas para todas las edades
El balneario ‒hermoso ya desde el exterior con su cúpula en forma de cebolla‒ esconde muchas experiencias estupendas en su interior. Es una excelente opción para la recreación familiar, pues, además de la piscina de entrenamiento al aire libre y la piscina olímpica cubierta, los más pequeños también pueden divertirse todo el día en la piscina para niños «isla de Sherwood» y en el parque de aventuras que la rodea. Pero, por supuesto, los adultos tampoco tienen por qué preocuparse. El Hagymatikum dispone de una de las áreas de sauna más amplias del país, donde podrá relajarse totalmente. El agua curativa del spa y el barro medicinal del río Maros juntos ayudan a tratar los síntomas de abrasiones articulares y de la columna vertebral, artritis, neuritis, dolor de nervios y enfermedades provocadas por la parálisis nerviosa y los músculos atrofiados, de modo que los visitantes, que además de relajarse, desean curarse en el centro balneario, también verán satisfechas sus exigencias.