La población de Hungría se acerca a los diez millones de habitantes. En Budapest y sus alrededores viven 2,5 millones de personas, incluido un número creciente de extranjeros, muchos de los cuales tienen su historia de "ver y amar" acerca de Budapest. La capital húngara es el área metropolitana más poblada de Europa central y oriental, pero sus calles no parecen estar abarrotadas ni siquiera en temporada alta. La mayoría de los húngaros (71 por ciento) vive en ciudades.
Durante siglos, Hungría fue el crisol de pueblos, como escribió Attila József, el famoso poeta húngaro: "Turcos, tártaros, rumanos, eslovacos asaltan este corazón..." El origen exacto del pueblo sigue siendo objeto de debate científico, al igual que hay acaloradas discusiones sobre el origen de la lengua húngara, única en Europa. Lo cierto es que en el siglo X se instaló en el territorio de la actual Hungría un grupo étnico que los húngaros consideran sus antepasados, y que en su mayoría procedían del Asia Interior. La historia de los siglos siguientes, la migración y la mezcla de pueblos, la redefinición de fronteras han afectado el acervo genético de los húngaros de hoy, y la colorida y única cultura de los húngaros también se debe a esta diversidad. El 84 por ciento de los que viven en el país afirman tener una identidad húngara.
Dentro de la población, el grupo étnico más grande son los romaníes; además de ellos, eslovacos, croatas, rumanos, serbios, suevos, rutenos, griegos, armenios y otros grupos más pequeños que preservan y nutren su cultura forman una comunidad cultural y lingüística.
Debido a los cambios en las fronteras históricas, un número significativo de los que profesan ser húngaros viven en la actual Rumanía, Eslovaquia, Ucrania, Serbia, Croacia y Austria, y cultivan allí su lengua y cultura.
El 0,12 por ciento de la población mundial profesa ser húngara, que es un número pequeño, pero abarca un pueblo con una identidad fuerte y una cultura única.