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Budapest Hungría para exploradores - 3 Días

Budapest
¿Cuánto tiempo se tarda?
3 días
Mejor medio de transporte para este plan:
autobús
Esta región es famosa por:
Museos y exposiciones
Mansiones, castillos y palacios
Sitios de la naturaleza
Gran Budapest
Hungría para exploradores
1. día
Para los amantes de la historia y la cultura, ofrecemos un maravilloso recorrido de tres días, durante los cuales, por supuesto, habrá tiempo para relajarse. En un radio de 50 kilómetros desde el centro de la capital, atracciones imperdibles y hermosos paisajes esperan a los amantes de la aventura.

Palacio Grassalkovich y la tierra de los caballos

La ciudad de Gödöllő, a solo 30 km de Budapest, alberga el palacio barroco más grande de Hungría. El palacio Grassalkovich fue construido por Antal Grassalkovich I en el siglo XVIII. Tras la extinción de la familia, el palacio tuvo varios propietarios, hasta que, en 1867, el Estado húngaro lo entregara como regalo de coronación a Francisco José I y la Reina Isabel. Posteriormente, durante la 2ª Guerra Mundial, el palacio fue la residencia de Miklós Horthy y su familia, cuyo recuerdo se conserva en el Búnker de Horthy a 10 metros bajo tierra, donde, además de noticiarios de la época, también podrá escuchar las legendarias canciones de Katalin Karády. El palacio es sede de diversas exposiciones permanentes. Siga los pasos del culto a Sissi en una exposición sobre la vida de la reina Isabel y descubra con qué fines y a quiénes sirvió de hogar el edificio durante el tormentoso siglo XX. Pero el palacio tiene muchos atractivos no solo dentro de sus paredes, sino también fuera de ellas. En el fabuloso parque, se encuentra el Pabellón de Királydomb, donde podrá admirar 54 pinturas al óleo con los retratos de caudillos y reyes húngaros de la época de la conquista del territorio de Hungría. A solo 10 km de Gödöllő, en el pintoresco Domonyvölgy, en el Parque Ecuestre Lázár, podrá coronar el día con un ambiente puro de pueblo húngaro, tradiciones ecuestres y una deliciosa comida húngara.

 

2. días

La ciudad de los reyes

Al día siguiente, continúe el recorrido con renovada energía, ¡no se detenga hasta Székesfehérvár! Desde el punto de vista histórico y turístico, vale la pena pasear por el centro de Székesfehérvár, considerado uno de los asentamientos más importantes del país, ya que, prácticamente, cada edificio esconde un museo o un acogedor restaurante o cafetería. El Art Nouveau y el eclecticismo también se pueden descubrir en diversos puntos de la ciudad que en su mayoría tiene rasgos barrocos; sin duda, esta gran variedad de estilos hace que Székesfehérvár sea aún más interesante. Visite el Hotel Magyar Királyi, el Teatro Vörösmarty y la Basílica de San Esteban y, si quiere profundizar en el rico patrimonio histórico de la ciudad, visite las exposiciones del Museo del Rey San Esteban. El segundo museo más grande del país, con una colección de alrededor de un millón de obras de arte, le espera con diversas exposiciones permanentes en varios lugares. Esta grandiosa exposición combina los recuerdos materiales y el patrimonio intelectual de un total de cuatro disciplinas: arqueología, etnografía, artes plásticas y artes aplicadas. Conozca el medieval jardín de ruinas, el antiguo ayuntamiento o la galería István Csók, pero no se pierda el museo al aire libre de la Ciudad Palaciega: ¡promete experiencias inolvidables! Y si siente curiosidad por el pasado científico de la fitoterapia, ¡visite el Museo de la Farmacia Fekete Sas (Águila Negra)! A continuación, disfrute de un buen almuerzo en el centro de la ciudad, dentro de los muros históricos.

 

Programas de senderismo y deportes

Si ya está en Székesfehérvár, diríjase al Centro de Visitantes de la reserva natural de Sóstó. Después del almuerzo, emprenda una caminata por el sendero educativo de 7 kilómetros, en un entorno fantástico donde incluso encontrará 2 estaciones de observación de aves en un área de 200 hectáreas. Desde aquí, a solo 20 minutos en coche, llegará al tercer lago más grande de Hungría, el lago de Velence, para finalizar el día agradablemente. En verano, dese un chapuzón en el lago, ya que no solo refresca, sino que sus aguas, ricas en sodio y magnesio, tienen efecto curativo. En otras temporadas, tampoco tiene que renunciar a los placeres del lago. Velence y sus alrededores son un verdadero paraíso para los deportes; alquile una bicicleta y dé una vuelta alrededor del lago. A lo largo de 33 kilómetros, no solo podrá admirar la rica flora y fauna del lago, los pueblos costeros también encierran algunas sorpresas. Si prefiere algo más relajado que la recreación activa, podrá partir desde el puerto renovado para explorar en barco el lago y las localidades circundantes.

 

3. días

Algo viejo, algo nuevo

La construcción del palacio Brunszvik de estilo neogótico inglés y paredes blancas como la nieve comenzó en 1785, pero no fue hasta principios del siglo XIX que la finca pasara a manos de la famosa familia Brunszvik. Luego, durante siglos, la familia realizó diversas reformas en el edificio hasta mostrar su aspecto actual. Posteriormente, a finales de siglo, el fabricante de cerveza Antal Dreher fue el dueño de este edificio inusual, que durante la Segunda Guerra Mundial se convirtió en un hospital militar. Actualmente, está bajo la autoridad de la Academia de Ciencias. El elemento más hermoso del castillo es el jardín inglés de 70 hectáreas, donde su soñador, Ferenc Brunszvik, plantó árboles singulares, como almendros enanos, cedros y cipreses de pantano. La particularidad del parque es que retuvieron el agua del arroyo San Ladislao que lo atraviesa, conformando así una isla en él. Aquí se ha establecido también el Centro de Experiencias Científicas Agroverzum, donde podrá familiarizarse fácilmente con las últimas investigaciones en ciencias agrícolas y naturales. La exposición de 650 metros cuadrados se complementa con un laboratorio de experiencias y sesiones temáticas. Después del recorrido histórico y científico, le invitamos a una pequeña caminata en la naturaleza.

 

A relajarse con una copa de vino blanco

Como acorde final de su viaje, podrá degustar vinos de primera clase a solo 25 km al norte de Martonvásár, en las laderas de la región vinícola de Etyek. Como en muchas partes de la zona, el vino blanco es típico aquí, entre las bodegas más conocidas, se encuentran las bodegas Nyakas, Etyeki Kúria o Haraszthy, pero en esta zona también se produce el vino base para el champán Törley. Aquí podrá presenciar el encuentro de la tradición y la arquitectura moderna, y en las terrazas de las bodegas podrá degustar el mejor néctar y luego admirar la puesta de sol sobre las viñas.

 

‎¡MUÉVETE EN TU ENTORNO COMO UN HÚNGARO!