Los mercados tienen una tradición centenaria en Hungría, y no es casual que el último día de la semana se llame en húngaro “vasárnap” (día de feria). El origen del nombre proviene del hecho de que el rey San Esteban ordenó para este día la celebración de ferias y dispuso que fuera día de descanso. Pero también hay ciudades que mantienen el nombre de su mercado semanal de los sábados, como Szombathely. Los mercados no sólo eran lugares para comprar, sino también el escenario de una vida comunitaria vibrante donde la gente podía enterarse de las noticias locales. A pesar del avance de los centros comerciales y los supermercados, los mercados tradicionales y los rastros vuelven a estar de moda, y cada vez son más las personas que regresan a los productos de calidad que ofrecen los pequeños productores. Hemos reunido 4 razones por las que debería unirse al bando de los compradores de mercado.
Conocidos desconocidos
Mientras que en los centros comerciales e hipermercados se paga en caja casi cada día a un vendedor diferente, en los mercados uno puede encontrarse con los mismos vendedores semana tras semana. Ir de compras puede ser la forma perfecta de escapar de los días grises de la vida cotidiana, porque además de ser recibido por un conocido con una sonrisa en el puesto, también usted puede saber exactamente de dónde proceden las frutas y verduras frescas que pone en su cesta y, finalmente, en su plato. Además, no se camina bajo luces de neón, sino principalmente al aire libre.