5+1 ciudades húngaras verdaderamente románticas

La pequeña ciudad a orillas del Danubio, a la que se puede llegar en el tren de cercanías (HÉV) desde Budapest, es uno de los destinos más importantes para los amantes que llegan de la capital, pero a las parejas de más lejos también les gusta visitarla. El paseo del Danubio es una ruta casi obligatoria, pero caminar por sus estrechas callejuelas tampoco es una experiencia cotidiana. Desde la Colina de la Iglesia, podrán admirar de cerca el panorama de Szentendre y los tejados de color terracota. Y desde el Danubio, hay un paseo no muy corto hasta el Puente de Hierro y el arroyo Bükkös. Es probable que, mientras pasean, deseen comer algo, pero la ciudad está llena de buenos restaurantes, cafés y panaderías, lo que significa que podrán disfrutar de una cena romántica. 

Kőszeg, también conocida como la perla de Alpokalja, es una verdadera joya. Las coloridas casas del casco viejo, la plaza mayor, la Puerta de los Héroes y el Castillo de Jurisic –que sobrevivió al asedio turco de 1532– los llevarán a la Edad Media. En las afueras de la ciudad, a sólo 15 minutos a pie del casco antiguo, podrán pasear por las orillas de uno de los lagos de remo más bellos del país. Desde aquí, merece la pena caminar hasta la Iglesia del Calvario para disfrutar de una fantástica vista de toda la ciudad, ¡particularmente, la puesta de sol tiene un ambiente único! Y si desean hacer un poco de senderismo, diríjanse al mirador Suleyman en dirección al Valle de los Reyes, donde también disfrutarán de una hermosa vista panorámica.  

No es casual que el lago Malom, en Tapolca, se haya convertido en uno de los lugares preferidos de las parejas para fotografiar sus bodas. El ambiente mediterráneo, las casas que evocan los viejos tiempos, e incluso una enorme rueda de molino proporcionan el telón de fondo para un paseo realmente pausado y amoroso. Después, el ambiente especial de la Cueva del Lago se suma a la experiencia, ya que navegar en un lago rupestre no es algo cotidiano. 

Eger es famosa no sólo por su castillo, sino también por sus románticos patios y plazas, que son una auténtica aventura para descubrir con su pareja. El minarete y sus alrededores son especialmente espectaculares por la noche, cuando la torre de 40 metros de altura iluminada en azul y la iglesia en ruinas que hay junto a ella, crean un ambiente único. La plaza mayor de la ciudad, la plaza Dobó, proporciona una bulliciosa experiencia mediterránea y, al mismo tiempo, un ambiente íntimo. Y en el Jardín del Arzobispo, podrán elegir entre la orilla del arroyo, el parque, el lago artificial o los lugares de cita bordeados de fuentes. Por la noche, no se pierdan la cata de vinos en el valle Szépasszony. 

Siklós, el escenario de la película Capitán Tenkes, no sólo es tentadora por su romántico castillo histórico, aunque, sin duda, este merece una visita. Las calles de la pequeña ciudad prometen un paseo tranquilo y también se puede solicitar una visita guiada privada a la Iglesia Serbia y la mezquita del Príncipe Malkoc, ya que las puertas de ambos santuarios están abiertas sólo para los visitantes recién llegados. Y el balneario termal de la ciudad les ayudarán a olvidar aún más la rutina diaria. 

¡Cómo podríamos dejar de lado la capital, calificada como una de las ciudades más románticas del mundo por estrellas mundiales! Las íntimas calles del Barrio del Castillo, las avenidas del centro de la ciudad, el paseo en bote o el patinaje sobre hielo en el lago del parque municipal, los restaurantes y cafés, los parques y las alturas panorámicas... Es casi imposible enumerar las numerosas rutas románticas que esta ciudad ofrece a los enamorados. Por ejemplo, ascender a la colina Normafa, luego al Mirador de Isabel, y bajar en Telesilla de vuelta a la ciudad.