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Aventuras y descubrimientos a lo largo de la ruta del Sendero Azul

La ruta de senderismo más famosa de Hungría conecta las joyas naturales e históricas del norte del país, tocando las principales cadenas montañosas, el lago Balaton y la capital. El Sendero Azul ofrece una experiencia única y oportunidades inigualables para los exploradores en todas las estaciones. 

La historia de una de las caminatas más famosas de Hungría se remonta a 1930. Fue entonces cuando nació la idea de unificar la señalización turística, y luego se designó el rumbo y los dos puntos finales de la ruta que atraviesa el país: Hollóháza e Írott-kő. Quizá pocos sepan que la ruta turística por los paisajes del norte de nuestro país iba a ser originalmente roja, pero, teniendo en cuenta las marcas anteriores de los tramos de la ruta designada, finalmente se hizo azul. Con la creación del sendero nacional, se ha establecido una ruta turística que incluye una parte significativa del patrimonio natural e histórico de nuestro país. El trabajo se vio a menudo dificultado por la necesidad de negociar acuerdos o modificar ciertos puntos de acceso debido a la implicación de zonas privadas y de caza. El Sendero Nacional Azul se inauguró finalmente en 1938 –en el 900º aniversario de la muerte de San Esteban– con la organización de un recorrido conmemorativo. El evento se conoce como la Caminata Turística de San Esteban. Ese año, dieciséis excursionistas recibieron la insignia conmemorativa dorada en reconocimiento por haber completado la ruta en 18 días.

¡Emprenda el viaje!

En la década de 1950, se iniciaron recorridos de senderismo para obtener insignias a lo largo de la ruta que atraviesa el país, reviviendo una tradición que se había olvidado debido a los años de la guerra. Sin embargo, el Sendero Azul Nacional debe su popularidad a un serial educativo titulado Un millón y medio de pasos en Hungría, dirigido por Pál Rockenbauer.

La excursión puede realizarse en cualquier época del año e incluso por tramos. Toda la ruta es rica en atractivos naturales e históricos. En algunos tramos, merece la pena pasar varios días por la gran cantidad de experiencias que se pueden vivir.

Veamos algunas cifras

La primera ruta turística de larga distancia de Europa no sólo es popular entre los húngaros. La ruta discurre por las regiones del norte de nuestro país, su longitud total es de 1171 km y consta de 27 etapas. Los que emprendan el camino tendrán que enfrentarse a un total de 31 000 metros de desnivel. La duración total de la caminata es de 332 horas de marcha, lo que, al principio, parece un reto, pero hasta la fecha más de 7000 excursionistas han completado el sendero nacional marcado en azul. Los tramos cercanos a la capital (13º y 14º) son los más populares, pero el resto de la ruta también garantiza el deleite y la satisfacción.

Pueblos y viñedos con historia

Quizás una de las partes más bellas del Sendero Nacional Azul sea la de las Tierras Altas del Balaton. El sendero que une Badacsonytördemic y Nagyvázsony es de 45 kilómetros. En el camino, pintorescos paisajes se abren ante los ojos de los excursionistas. La sexta etapa de la ruta nacional sigue una cadena de panoramas alrededor de la orilla norte del lago Balaton. Desde Badacsony, las aguas azul-verdosas del lago ofrecen una vista incomparable, mientras que los miradores de la meseta brindan un panorama asombroso. Paseando por los viñedos, se divisa de repente la colina Csobánc y las ruinas de su castillo. Las vistas desde allí compensarán a los viajeros cansados. A continuación, la ruta se dirige hacia el Kőtenger (mar pétreo), las ruinas del palacio de Veléte y del castillo Kinizsi en Nagyvázsony, pasando también por los pueblos de fábula de la cuenca de Kál.

Castillos olvidados en el seno de los bosques

El décimo tramo de la ruta nacional de senderismo se adentra en los montes Vértes. El sendero que une Bodajk y Szárliget tiene 56 kilómetros de longitud. Esta zona atrae a los visitantes por su rica y variada vida silvestre, sus castillos medievales y sus remotos pueblos con una larga historia. El tramo es fácil de recorrer, pues, a pesar de las apariencias, la ruta le llevará a través de un relieve más suave. La décima etapa del Sendero Nacional Azul avanza a través de los extensos bosques de la zona de paisaje protegido, que esconde varias ruinas de castillos: Castillo de Csókakő, Castillo Gesztesi, Castillo Vitány. En esta parte del camino, hay pocos miradores, pero podrá admirar las enormes hayas, los valles de paredes escarpadas y disfrutar del silencio infinito del bosque. El tramo también pasa por una de las aldeas más bonitas de Hungría, la despoblada Vérteskozma. El pueblo, que tiene el carácter de museo al aire libre, ha conservado perfectamente las características de la arquitectura aldeana del siglo XIX, donde casi se puede morder el aire fresco y el silencio.

Castillo de Csókakő

Cuaderno del Sendero Azul

Si alguna vez decide emprender el Sendero Azul, deberá conseguir el itinerario de rutas y el cuaderno de certificación del Sendero Azul Nacional para adquirir las estampas de los distintos tramos. Un total de 152 puntos de estampado a lo largo de la ruta estarán disponibles para certificar las etapas completadas. El cuaderno no caduca nunca y no hay límite de tiempo para completar todo el recorrido. Y junto a las estampas, también podrá hacer amigos y vivir experiencias para toda la vida.

‎¡MUÉVETE EN TU ENTORNO COMO UN HÚNGARO!