Centro de Visitantes del Parque Nacional de Hortobágy

Al llegar a Hortobágy podrá elegir de un amplio abanico de programas interesantes. Ante sus ojos se abre la vista de la llanura infinita, quebrada sólo aquí y allá por algún que otro cerro construido en otros tiempos por los nómadas llegados del Este, que les servían como una especie de colina de guardia o lugar de entierro. El viaje comienza en el Centro de Visitantes del Parque Nacional de Hortobágy, donde puede decidir en qué programas participar. Podrá observar, por ejemplo, búfalos acuáticos, coches tirados por ganado vacuno gris, y también puede ver cómo funciona uno de los artefactos característicos de Hortobágy, el cigoñal, que fue utilizado por los habitantes locales en otros tiempos también para enviar mensajes, en ausencia del teléfono. También puede ver el impresionante espectáculo ecuestre, observar pechiazules junto a los viveros de peces de Hortobágy en el marco de un recorrido exclusivo, puede ir en todoterreno a observar grullas, pero puede también familiarizarse con la vida cotidiana de los pastores locales. Además, como uno de los programas del Parque Zoológico de Hortobágy, incluso podrá dar un paseo sólo para observar el cielo rebosante de estrellas. Antes de partir, conviene informarse porque el programa astronómico en el área del parque nacional se ofrece en un horario previamente fijado. 

El famoso Puente de los Nueve Ojos de 167 metros de largo, ubicado en el borde del pueblo de Hortobágy, formando parte de la carretera principal 33, es una curiosidad que no se debe perder. Fue acabado por completo en 1833, en reemplazo del antiguo puente de madera. Existen muchas leyendas asociadas a su construcción, se dice por ejemplo que para el puente de estilo clasicista se utilizaron 400.000 ladrillos cocidos localmente, y según una leyenda, los ladrillos fueron pegados con mortero hecho con vino de arena. A un lado del puente de piedra, símbolo importante del lugar, junto al antiguo camino de la sal se encuentra el Mesón Hortobágy, y al otro lado se encuentra el Museo de los Pastores. En el primero, puede conocer la historia de la posada en una exposición pero, ya que está aquí, no se pierda probar el plato tradicional de los pastores: tomando el fresco en el porche, pruebe el slambuc. Sólo después debe dirigirse al Museo de los Pastores, que muestra las curiosidades de vida pastoral.  

Incluso puede tomar un autobús hasta el parque zoológico situado en Hortobágy-Malomháza, donde se pueden ver pelícanos, caballos silvestres, lobos, buitres, gatos monteses, ciervos, zorros, hurones, águilas de pradera, ocas silvestres, garcetas grandes, garzas grises, grullas, cigüeñas blancas y negras. Incluso puede dar un paseo en bote por el río Hortobágy, durante el cual podrá conocer la flora y fauna del río y los antiguos utensilios de pesca. Si recorre esta zona llana en bicicleta, podrá participar en una proyección en 3D, en la cual podrá ver una serie de películas sobre la flora y fauna y los valores naturales de la estepa de Hortobágy.