Situado junto al zoo, en el lado opuesto a los baños de Széchenyi y a las atracciones al aire libre del parque de la ciudad, el Circo Municipal ha formado parte del tejido urbano de Budapest durante varias generaciones. Fundado en 1889 por Ede Wulff, el circo cambió de manos antes de ser absorbido por coloridos empresarios teatrales. En 1971 se levantó un edificio más sólido, donde cada año se ofrecen tres o cuatro grandes actuaciones, con trapecistas, acróbatas, malabaristas y diversión para toda la familia.
Cada dos años, el edifico acoge también el Festival Internacional de Circo de Budapest, que ha celebrado su XIIª edición en 2018 y volverá en 2020.