El Bazar de los Jardines del Castillo –hoy Patrimonio de la Humanidad– fue construido como un jardín neorrenacentista en la ladera de la Colina del Castillo, que contribuyó a que la capital ordenara la zona y la ribera del Danubio adyacente. Las obras, basadas en los planos de uno de los más grandes arquitectos húngaros, Miklós Ybl, se llevaron a cabo entre 1875 y 1883. Para disfrute de los ciudadanos, había hermosos jardines ornamentales, glorietas, fuentes, grutas y casas de la guardia real. Mucho más tarde, entre 1961 y 1984, los jóvenes de la época del socialismo se divertían aquí en el lugar de culto llamado Ifjúsági Park (Parque de la Juventud). Con el tiempo, el complejo se deterioró hasta el punto de que, en 1996, fue incluido en la lista de los 100 monumentos más amenazados del mundo, pero no fue restaurado hasta 2014.
Punto romántico para selfies
Hoy, este espacio de estilo neorrenacentista es el punto icónico del renovado barrio del Castillo de Buda, donde la armonía del pasado y el presente, el arte y la naturaleza, lo clásico y lo contemporáneo puede experimentarse durante todo el año. El jardín es una visita obligada para dar un paseo romántico y hacerse un selfie, al igual que los estupendos restaurantes y tiendas de los alrededores. Por dentro y por fuera, hay programas para entretener a los visitantes: grandes conciertos y ambiente de club, veladas literarias especiales, eventos familiares, la magia de la danza, cines de arte, exposiciones, interesantes charlas y jornadas temáticas.