No solo el pasado remoto, sino también la historia reciente de esta iglesia monumental ofrece detalles interesantes. Es el lugar donde reposan los restos del más famoso futbolista húngaro: Ferenc Puskás. Hoy día, la Basílica y la plaza delante de la misma suelen ser el lugar de rodaje de éxitos de taquilla hollywoodenses.
Nacido para la gratitud
En el siglo XVIII, el lugar actual de la Basílica estaba ocupado por un teatro, famoso por sus peleas de animales. Antes de la construcción de la iglesia, la ciudad fue devastada por una enorme inundación en 1838, que dio en llamarse la gran inundación de Budapest. La plaza actual del edificio sobresalía de la planicie de Pest, por lo que sirvió de cobijo a centenares de habitantes durante la catástrofe. Los sobrevivientes consideraron que su suerte era un milagro divino, por lo que organizaron donaciones para la construcción de una iglesia en el lugar de su salvación. Tuvieron que pasar algunos años hasta el inicio efectivo de las obras.
La construcción dio comienzo bajo la supervisión de József Hild en 1851. Posteriormente, el proyecto fue asumido por el arquitecto Miklós Ybl, quien sustituyó el anterior estilo neoclásico con soluciones neorrenacentistas. Miklós Ybl era el arquitecto húngaro más famoso de la época. Fue el diseñador de la Ópera Nacional y del Bazar del Jardín del Castillo, entre otros edificios. Las obras de la Basílica fueron finalizadas por József Kauser en 1905.
Durante la Segunda Guerra Mundial, la valiosa colección de los Archivos Nacionales de Hungría y numerosos refugiados se salvaron de los bombardeos en el sótano del sólido edificio. La iglesia, a semejanza de la mayoría de la ciudad, sufrió graves daños. Fue necesario reconstruir toda la estructura del tejado. En 1983, el Ayuntamiento de Budapest resolvió renovar la Basílica en su totalidad. Las obras duraron hasta agosto de 2003.