El segundo lago más grande de Hungría, el lago Tisza, creado artificialmente, celebra este año su 50 aniversario. En las últimas décadas, se ha desarrollado un rico ecosistema en este entorno natural; con su abundante variedad de aves y sinuosos cursos de agua que discurren entre los cañaverales es un verdadero paraíso. Merece la pena conocer de cerca el lago que constituye la joya de la Gran Llanura húngara, y no hay mejor lugar para hacerlo que el Centro Ecológico de Poroszló. En este complejo, inaugurado en 2012, que se asemeja a un pájaro que remonta el vuelo, asimismo podremos maravillarnos con el mayor acuario de agua dulce de Europa Central en el que también se pueden ver gigantescos esturiones de aspecto similar al de un tiburón. ¡Pero el recinto alberga muchas más sorpresas!
Docenas de animales en 2600 m²
Es recomendable comenzar la visita en el edificio central de cuatro plantas, desde cuya última planta, a 30 metros de altura, se puede disfrutar de una fabulosa vista del lago y del Centro Ecológico, e incluso se pueden vislumbrar desde lo alto las cordilleras de Bükk y Mátra. A continuación, tomemos rumbo al "sótano", donde el sistema de acuarios de agua dulce de 735 000 litros de agua dulce asombrará a grandes y pequeños con su misterioso mundo subacuático. Además de las 70 especies diferentes de peces, los visitantes también pueden conocer aquí 15 especies de reptiles y anfibios, y en la primera planta del edificio, podremos adentrarnos en el mundo de los animales más pequeños. Para ello encontraremos microscopios que nos ayudarán, y también vale la pena observar a los diminutos habitantes de los mini acuarios. En el Centro Ecológico del Lago Tisza, incluso los más pequeños se lo pasarán en grande: también en la primera planta, hay una casita de juegos que imita un lago, donde podrán chapotear entre los balones azules. Para los amantes de las experiencias interactivas, el edificio cuenta con una sala de proyección en la que podremos formar parte de las escenas gracias a la tecnología tridimensional.