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El lago Fertő

FertőrákosEl lago FertőRegión de Sopron

Las aguas de Fertő, en la frontera de Hungría y Austria, son treinta y tres veces más saladas que las del lago Balaton, su profundidad es de apenas un metro en la mayoría de los lugares y su orilla cambia constantemente según el clima.

Es la tercera más extensa superficie de aguas estancadas de Europa Central, que junto con el paisaje de Fertő, pasó a ser Patrimonio de la Humanidad en 2001, ya que sus aguas anegadas de tupidos juncos en muchos lugares albergan numerosas especies raras de plantas y animales. La reserva de aves más grande de Europa Central también se encuentra aquí. Después del lago Balaton, apodado el "mar húngaro", el caprichoso Fertő es el segundo lago que se calienta más fácilmente en Europa Central: en verano, su temperatura alcanza fácilmente los 30 °C, pero, en el invierno de 1928, la mayor parte del lago se congeló hasta el fondo.

¡A pedalear alrededor del lago Fertő!

Aunque el lago Balaton cuenta con muchas playas más edificadas, en el lado húngaro del lago Fertő también podrá encontrar áreas adecuadas para la recreación. Si llega en verano, podrá tomar el sol y bañarse en la playa de Fertőrákos. En la sección húngara del lago, una red de canales artificiales de 240 kilómetros de largo permite acceder a las partes interiores cerradas por juncos. Gracias al Parque Nacional Fertő-Hanság, podrá observar aves por la madrugada como parte de una excursión en canoa de 6 kilómetros y, si tiene suerte, podrá ver una gran garza u otros animales típicos de la zona: gansos de verano, varias especies de garzas, el somormujo lavanco o ‒entre los depredadores‒ el aguilucho lagunero occidental y el pigargo europeo. Incluso podrá adentrarse en la naturaleza a bordo de un barco solar.

Es importante que no solo mire al cielo durante su viaje: las 35 especies de peces en las aguas del lago Fertő incluyen el dojo, el pez del fango europeo, la tenca y el pelecus cultratus. También podrá visitar el Centro de Visitantes Lászlómajor en Sarród, donde podrá conocer el antiguo funcionamiento de la granja de 150 años, los oficios de ataño y las formas tradicionales de la agricultura. Esta granja fue el antiguo centro económico de la familia Esterházy. Y hablando de los Esterházy: no olvide visitar el Palacio Esterházy, que a menudo solo se conoce como "el Versalles húngaro". Los amantes del deporte tampoco deben desanimarse: ¡podrán dar una vuelta en bicicleta alrededor del lago! En el camino, a lo largo de las orillas del lago, también podrán encontrar rebaños de ovejas racka, búfalos y vacas grises húngaras.

‎¡MUÉVETE EN TU ENTORNO COMO UN HÚNGARO!