Flotar entre los nenúfares, rojos esparcidos por la superficie del lago cubierta de vaho es una experiencia única. En las excavaciones aquí realizadas, se han encontrado monedas votivas por la salud y, según cuenta la leyenda, el emperador romano, Teodosio I, se recuperó aquí de su parálisis infantil.
El desarrollo de la cultura balnearia moderna tuvo su comienzo en el siglo XVIII, cuando la región estaba bajo el dominio de la famosa familia Festetics y el conde György Festetics hizo construir una casa de baños en balsas sobre el agua del lago.
UN AUTÉNTICO LABORATORIO DE MILAGROS
El lago de decenas de miles de años de antigüedad, cuyo punto más profundo es de 38 metros, con una superficie acuática de 4,4 hectáreas, está clasificado como reserva natural junto con el bosque circundante de 50 hectáreas. El bosque protector que rodea el lago es un elemento fundamental del sistema ecológico lacustre, ya que el efecto curativo del lago se completa con su entorno natural. El agua biológicamente activa del lago se utiliza para la rehabilitación posterior a operaciones musculoesqueléticas y para aliviar los síntomas de la gota.
Además, juega un papel importante en la preservación de la salud en sentido general.
El agua del lago se renueva cada 3,5 días de forma natural. El lago de forma ovalada es alimentado por manantiales fríos y calientes. Su temperatura oscila entre los 33 y los 38 oC en verano, pero no baja de los 22 a 23 oC en invierno, por lo que los bañistas pueden disfrutar del lago incluso en las condiciones climáticas más rigurosas, cuando a menudo está cubierto por una gruesa capa de vaho.
Venga y viva una experiencia incomparable flotando en sus aguas, disfrute de la vista de los singulares edificios de aspecto muy antiguo y completamente rehabilitados por dentro. También hay unidades terapéuticas y un centro spa y medicinal, que brindan condiciones ideales para aquellos que deseen recuperarse, relajarse y desconectar.