Al dejar atrás Győr y el bullicio de la ciudad, y tras sólo 20 kilómetros de conducción hasta Lébény, podrá sentir que todo se ralentiza y que la emoción del viaje se vuelve poco a poco más tranquila. Esta sensación se intensifica al entrar en la iglesia de Santiago de Lébény, donde el tiempo parece detenerse en su impresionante silencio y tranquilidad.
Pasado aventurero, presente agradable para los visitantes
Construida en el siglo XIII, la iglesia románica de la época de Árpád tiene un pasado aventurero y emocionante: fue asolada por los checos, los turcos y los alemanes, pero fue bellamente restaurada en el siglo XIX. Hoy día, ofrece un entorno moderno y agradable para los visitantes, peregrinos y viajeros que buscan tranquilidad, con aseos limpios, wi-fi y guías multilingües.
Si está aquí, no deje de acudir al centro de visitantes, donde podrá explorar la zona en bicicleta u organizar reuniones familiares y de amigos. En la zona, también encontrará alojamiento, panaderías y restaurantes, por lo que no pasará hambre ni sed.