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Historia viva: la impresionante Abadía Benedictina de Tihany

Abadía Benedictina de TihanyTihanyBalaton

Si va al lago Balaton, merece la pena renunciar al agradable baño de agua dulce y a la seducción del fragante "lángos" frito junto al lago, pues en la zona hay otras muchas atracciones hermosas y agradables. Asegúrese de visitar Tihany, no solo porque, hace unos años, fue elegida como la localidad renovada más hermosa de Europa, sino también porque alberga una de las gemas más emocionantes de las atracciones del lago Balaton: la Abadía Benedictina de Tihany. 

Comencemos con lo básico: ¿quiénes son los benedictinos?

Para apreciar realmente lo que ve, vale la pena conocer al menos un poco los antecedentes históricos. La orden benedictina fue la primera (y durante mucho tiempo la única) orden de monjes en la Iglesia Católica Romana y el cristianismo. La orden sigue las reglas de San Benito, quien reconoció en el siglo VI que una comunidad de monjes debía operar según una reglamentación uniforme, propia y comúnmente acordada. Aunque la vocación de los benedictinos siempre ha sido la difusión de la fe y la moral cristianas, también han promovido en gran medida el desarrollo espiritual, apoyando la ciencia religiosa y la literatura eclesiástica. 

La ubicación ya es un milagro: la península de Tihany

La península de Tihany es una de las regiones más bellas de Hungría. La península de origen volcánico se extiende hacia el lago Balaton en la orilla norte, cerca de la zona de Aszófő . Aquí se estableció la primera área natural protegida del país, que luego pasó a formar parte del Parque Nacional de las Tierras Altas del Balaton. Además de las formas excitantemente variadas del paisaje, los lugares de interés geológico también son destacados: como los conos de aguas termales ‒también únicos en Europa‒ que se han desarrollado como resultado de la actividad posvolcánica.  

Las dos caras de la Abadía Benedictina de Tihany

Al entrar a la iglesia que pertenece a la abadía, un magnífico interior barroco se abre frente al visitante. La vista de hermosas pinturas, altares minuciosamente elaborados, esculturas impresionantes y una sólida galería del órgano seguramente le sorprenderá de inmediato. Podrá convencerse de ello incluso ahora, desde la comodidad de su hogar: ¡dé un “paseo virtual en 3D” por la iglesia! La “otra cara” de la abadía, en cambio, es sorprendentemente simple: como aún vive aquí una comunidad de monjes, el interior del monasterio, que les sirve de residencia, es puritanamente modesto. 

La vida de los monjes en la actualidad

Si piensa que la mayor parte de la vida de los monjes que viven en el monasterio consiste en el descanso, ciertamente está equivocado: estos monjes hacen trabajo pastoral en la comunidad y en las localidades circundantes, organizan exposiciones y conciertos, conducen ejercicios espirituales, enseñan en la escuela primaria benedictina local, e incluso elaboran infusiones medicinales y velas. “Nadie es apto para todo, pero todos son aptos para algo”, afirman, por lo que se proponen lograr que cada miembro de la comunidad transmita la Buena Nueva del Evangelio a través de su propio carisma. 

La Abadía Benedictina de Tihany

Si piensa que la mayor parte de la vida de los monjes que viven en el monasterio consiste en el descanso, ciertamente está equivocado: estos monjes hacen trabajo pastoral en la comunidad y en las localidades circundantes, organizan exposiciones y conciertos, conducen ejercicios espirituales, enseñan en la escuela primaria benedictina local, e incluso elaboran infusiones medicinales y velas. “Nadie es apto para todo, pero todos son aptos para algo”, afirman, por lo que se proponen lograr que cada miembro de la comunidad transmita la Buena Nueva del Evangelio a través de su propio carisma. 

La historia del monasterio ha sido bastante turbulenta. Los primeros cambios significativos para el conjunto arquitectónico se produjeron en los siglos XVI-XVII: debido a los ataques turcos, la vida monástica prácticamente cesó en Tihany y el monasterio fue ocupado por soldados. Después de las guerras de liberación, el monasterio pasó a ser propiedad de una abadía austriaca; solo en 1716 regresó a manos húngaras. Posteriormente, comenzó la reconstrucción de la iglesia y el monasterio, pero, en 1763, un incendio detuvo las obras. Seguidamente, los monjes tuvieron que abandonar el monasterio otras dos veces: en 1786 y, luego, en 1950. Solo en 1994, la orden benedictina recuperó el conjunto de edificios y, luego, la renovación general comenzó en 1996, para que la Abadía Benedictina de Tihany hoy día pueda ostentar su estado actual. 

Sugerencia Si pasa sus vacaciones en el lago Balaton, además de Tihany, vale la pena visitar Keszthely, incluido el castillo Festetics, donde podrá sumergirse en el verdadero esplendor aristocrático. 

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