La ciudad más grande de la región de la Gran Llanura del Sur ofrece numerosas atracciones a los visitantes. Pasee por las calles de Szeged o participe en uno de los recorridos temáticos que presentan la historia de la ciudad. Retroceda en el tiempo y busque los edificios que sobrevivieron a la gran inundación de 1879. Hasta hoy día, es un detalle escalofriante que el más grave desastre natural de la historia de la ciudad haya destruido la gran mayoría de sus edificios, de modo que solo 250 de las 6500 casas quedaron intactas. Después de 186 días, tras la bajada de la inundación, comenzó la reconstrucción y la ciudad entonces cobró su imagen actual.
La capital provincial del modernismo húngaro
Edificios ornamentados, formas vibrantes y motivos emocionantes: si visita Szeged, las obras maestras de estilo Art Nouveau seguramente le impresionarán. En la ciudad de la Gran Llanura del Sur, el nombre de Ede Magyar está estrechamente vinculado con este estilo arquitectónico, pues el destacado arquitecto diseñó numerosos edificios en el transcurso de tan solo ocho años, incluidos, entre otros, el Palacio Calvinista y el Palacio Ungár-Meyer. Su obra más destacada es el Palacio Reök, construido en 1907, que actualmente alberga un centro multiarte y que, a propósito, no deberá perderse, pues, además de su maravilloso interior, también encontrará allí una estupenda pastelería. Además, vale la pena visitar el edificio del instituto y escuela profesional de artes István Tömörkény, la casa Szígyártó y la casa Móricz, esta última situada en la plaza de San Esteban. Una vez en la plaza, diríjase a la torre de agua, también de estilo modernista, que los habitantes de la ciudad la llaman «la Dama Vieja». Desde el 1 de abril hasta el 31 de octubre, cada primer sábado del mes podrá visitar la torre, vale la pena programar el viaje para esas fechas, pues, desde el piso superior podrá admirar un panorama fabuloso. Hablando del modernismo, no se pierda el palacio Gróf situado en el bulevar de Lajos Tisza y, finalmente, dé un paseo hacia el ayuntamiento diseñado por Ödön Lechner, con su campaneo melódico que escuchará cada hora en punto.