Tokaj – La ruta de las iglesias medievales: el pasado que vive con nosotros

Púlpitos tallados, frescos medievales, galerías pintadas y artesonados ornamentados: estos tesoros ocultos tienen mucho en común, aunque cada uno es único por derecho propio. Por ejemplo, la iglesia románica de Csengersima con un santuario semicircular y tejas de madera, situada a la orilla del lago, es una de las más antiguas, que conserva la huella de diversas épocas. O la iglesia de Szamosújlak, que custodia el límite del pueblo y galardonada con el premio Europa Nostra, con sus deslumbrantes paredes blancas, su valla de madera y su tejado de entramado de madera, que le confieren un inusual aire familiar.  
 

En Tákos, le espera la Notre Dame descalza, construida en el siglo XVIII con donaciones de los lugareños. Pero antes de ver por sí mismo los motivos folclóricos que enriquecen el edificio con estructura de madera y buscar los motivos de bordados de cruz de Bereg típicos de la región, deténgase en la apacible Csaroda. La iglesia, que se alza en la llanura aluvial de un arroyo que fluye tranquilamente, es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura románica tardía pueblerina. Esto se debe a su esbelta torre rematada en un casco puntiagudo, a sus santos sonrientes y a sus inconfundibles motivos florales.