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Tras la huella del vino, el espumoso y la sidra en Etyek

EtyekGran Budapest

En los viñedos de Budapest, en la zona vinícola de Etyek-Buda, de fácil acceso desde la capital, podemos disfrutar al mismo tiempo de la belleza del paisaje y del aroma de estas nobles bebidas. Pero ¿qué vinos y otras bebidas espirituosas merece la pena degustar aquí?

La zona vinícola de Etyek-Buda, a menos de media hora en coche de la capital, es también conocida como la Borgoña húngara. La comparación no es casual: el viento constante y el alto contenido calizo del suelo la hacen ideal para el pinot noir, el chardonnay y el sauvignon blanc, variedades de vid que también proliferan en las famosas zonas vinícolas francesas. Pero aquí no sólo se elabora vino, sino también un espumoso de gran calidad. Y como especialidad local, en Etyek se afianza cada vez más la producción de sidra, una bebida muy popular en muchas partes de Europa.

De fácil acceso

Etyek es el destino favorito no sólo para los cinéfilos que visitan los estudios del Korda Filmpark, sino también para los amantes del vino de Budapest y para los viajeros gourmet que visitan la capital: deliciosos aperitivos, exquisitos vinos, espumosos y sidras esperan a los sibaritas en el pueblo suabo, situado a sólo 30 minutos en coche desde Budapest. Pero también es fácilmente accesible en transporte público. Desde la estación de trenes Kelenföldi, sale cada hora un autobús con el que podremos llegar en una hora al ayuntamiento del poblado de Etyek. Los eventos y festivales vinícolas, como el "Picnic de Etyek", son habituales en el pueblo, pero para aquellos que evitan las multitudes, existe la posibilidad de participar otros días en un recorrido organizado que presenta las bodegas con degustaciones. También se ofrecen visitas temáticas a medida para los más sibaritas, pero igualmente es posible explorar la zona vinícola por cuenta propia: bodegas, restaurantes y panaderías por doquier le dan la bienvenida a todo aquel que quiera descubrir las delicias locales.

Aventuras en las cuatro hileras de bodegas

Al visitar las cuatro hileras las bodegas más famosas de Etyek, Körpince, Újhegy, Öreghegy y Kecskegödör, no sólo podremos adquirir conocimientos sobre enología: en las bodegas también podemos descubrir los secretos de la elaboración del vino, el sirope, la cerveza y el queso. Para ir sobre seguro, conviene reservar con antelación las visitas a las bodegas que hayamos elegido. 

 

Mientras recorremos las hileras de bodegas, vale la pena refrescarnos con vinos locales ligeros o con cuerpo, como el Kúria rosado o blanco de Etyek, el Nyakas Aligvárom o con el espumoso de alta calidad elaborado con métodos tradicionales. Tampoco hay que perderse el pinot noir de producción local. Podemos saciar el apetito en mesones que ofrecen reinterpretaciones clásicas y modernas de la gastronomía nacional; entre los restaurantes se encuentran algunos recomendados por Michelin.

Aquí no sólo se elaboran vinos, sino también espumosos.

Incluso en la época de mayor esplendor del vino espumoso de Törley, antes de la Segunda Guerra Mundial, la producción de espumosos ya florecía en Etyek; las uvas para los vinos espumosos de Budafok también se vendimiaban en Etyek. Los vinos espumosos de las bodegas de Etyek son de la más alta calidad y apuntan a los estándares del Champagne francés. Los espumosos de Etyek deben proceder de zonas locales y elaborarse únicamente a partir de vinos base chardonnay, pinot noir, pinot blanc o pinot gris, siguiendo el "méthode traditionelle" y con una crianza en botella de al menos 24 meses.  Ni los paladares más exigentes quedarán decepcionados por las propuestas de las bodegas de esta zona.

Una especialidad: la sidra

Además del vino y el espumoso, la especialidad local es la sidra, que en realidad es zumo de manzana fermentado a baja temperatura, o sea, vino de manzana. Aunque su elaboración es similar a la del vino, el resultado es una bebida burbujeante y aromática. La tierra natal de esta delicia es Francia, pero esta refrescante bebida es también sumamente popular en Inglaterra. En Hungría, la producción de sidra empezó a extenderse hace unos diez o quince años, y precisamente Etyek es una de las fuentes más conocidas por su producción de calidad. Tras un paseo por este pueblo auténtico y romántico, merece la pena subir al monte Újhegy con una copa de buen vino o sidra en la mano, y contemplar la inolvidable puesta de sol para después regresar con esta experiencia al ajetreo de la capital.

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