La zona es, con razón, famosa por numerosos monumentos históricos de destacada importancia: Las reliquias óseas de la esposa del primer rey húngaro San Esteban, la princesa bávara Gizella, se guardan en el Palacio Arzobispal de Veszprém, mientras que en el archivo de la Abadía Benedictina de Tihany se conserva la carta de fundación del monasterio escrita en latín, que es el documento más antiguo que contiene palabras en húngaro.