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Zapatos a orillas del Danubio: recuerdos de una época sombría

Zapatos a orillas del DanubioBudapestGran Budapest

Al pasar por delante de uno de los edificios más emblemáticos de Hungría, el Parlamento, es posible que, además del fabuloso panorama de Budapest, algo más le llame la atención: los 60 pares de zapatos de hierro fundido que permanecen abandonados a orillas del Danubio son un lúgubre recuerdo de los judíos húngaros que fueron ejecutados y echados al río. Visite uno de los monumentos al Holocausto más conocidos del país y deje que este oscuro período de la historia ...

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Perspectiva histórica: lo que hay detrás de los zapatos

A finales de la Segunda Guerra Mundial, en Hungría se hizo con el poder el Partido de la Cruz Flechada, que, siguiendo el modelo del dominio alemán, estuvo acompañado –entre otras cosas– por la aparición de un fuerte antisemitismo. Como resultado, miles de civiles de origen judío fueron deportados y enviados a campos de concentración o ejecutados. Tampoco era raro que los de la Cruz Flechada pusieran en fila a los judíos a orillas del Danubio y los fusilaran. Esta trascendental obra entre el Puente de las Cadenas y el Puente Isabel conmemora este terrible acto, las personas inocentes que fueron enviadas a la muerte por sus orígenes.  

 
En tres puntos del monumento, se puede leer la inscripción en húngaro, inglés y hebreo: "Erigido en memoria de las víctimas fusiladas y echadas al Danubio el 16 de abril de 2005 por los hombres armados de la Cruz Flechada".

¿Por qué se quedaron los zapatos en la orilla del río?

Si observa detenidamente los zapatos de hierro a orillas del Danubio –obra conjunta del director de cine Can Togay y del escultor Gyula Pauer, ganador del Premio Kossuth–, pronto experimentará la pesadilla de descubrir que aquí hay zapatos de mujer y de niño, además de los de hombre. Desgraciadamente, la representación se basa en la realidad: los de la Cruz Flechada no perdonaban a nadie, enviando a la muerte a mujeres y niños civiles. Como los zapatos se consideraban de gran valor en tiempos de guerra, los que esperaban la ejecución se los quitaban como última orden para que los miembros del pelotón de fusilamiento pudieran recogerlos y venderlos.  

 
Visite este impactante memorial elegido como la segunda mejor escultura pública del mundo en 2016. Rinda honor a los inocentes ejecutados a orillas del Danubio.

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