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Káptalandomb fue el centro de la ciudad de Győr durante siglos, aquí se encuentran el Castillo Episcopal y el Palacio Episcopal, que es la residencia episcopal medieval mejor conservada de Hungría.
Con la excepción de los dos primeros siglos de la Nueva Era, el edificio sirvió y todavía sirve como residencia del obispo, y la Santa Corona, una de las reliquias más sagradas de Hungría, ha sido guardada aquí en varias ocasiones.
La curiosidad del Castillo Episcopal es la torre residencial del siglo XIII. En la cima, una vista maravillosa espera a los que han subido las escaleras y, en los sótanos, se puede ver una exposición sobre la vida y obra de Vilmos Apor.
El Palacio Episcopal, conectado a la torre residencial, esconde detalles muy valiosos en su interior. La magnífica escalera barroca fue construida en la segunda mitad del siglo XVIII, y la capilla del palacio fue construida en 1487 por el obispo Orbán Nagylucsei. Los muebles neogóticos se hicieron más tarde, pero el edificio ha sobrevivido en su forma original. Sus tres ventanas con tracería y la delicada bóveda estrellada del techo son una creación sofisticada del gótico.
La basílica de Győr fue fundada durante el reinado de San Esteban. Aquí encontrará nuestra reliquia eclesiástica más importante después de la corona húngara, la Herma de San Ladislao.
Los cimientos de la iglesia más antigua de Győr se remontan a la época del rey San Esteban, habiendo sido remodelada y reconstruida varias veces a lo largo de los siglos.
La Herma, nuestra reliquia nacional y eclesiástica más importante además de la corona húngara, se encuentra en la capilla gótica de Héderváry, en el lado suroeste de la iglesia. La Herma en sí es un retrato escultórico meticulosamente elaborado del rey San Ladislao, una obra maestra de la orfebrería húngara de Transilvania y uno de los primeros ejemplos de la técnica del esmalte cloisonné en Hungría.
Desde Győr, en media hora podrá llegar fácilmente a Pannonhalma. Diríjase directamente a la Archiabadía Benedictina de Pannonhalma, que forma parte del Patrimonio de la Humanidad.
Los edificios del monasterio milenario conservan el mensaje de diferentes épocas. La comunidad monástica que aún vive aquí todavía usa los bienes conservados de acuerdo con su propósito original.
En la Archiabadía podrá visitar la iglesia, la cripta, el campanario y la biblioteca; en esta última se conserva el primer recuerdo del idioma húngaro, la carta de fundación de la Abadía de Tihany. El edificio alberga el Liceo Benedictino de Pannonhalma.
La Archiabadía también tiene un arboreto y un jardín de hierbas medicinales sin igual, así como una bodega y un restaurante de alta calidad.
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