6 lugares de interés por los que merece la pena recorrer en bicicleta el lago Velence

En su viaje, especialmente en verano, no deje de detenerse en la playa de arena del paseo de Velence, donde podrá darse un chapuzón en las aguas ricas en sodio y magnesio del lago y refrescarse bajo las sombrillas. Si siente abarrotada esta sección, una playa retro gratuita le espera no muy lejos de aquí.  

En la bahía suroeste del lago, el paisaje muestra una cara muy diferente. Las 420 hectáreas de la Reserva de Aves de Velence albergan especies raras de aves en sus cañaverales contiguos. Aquí anidan la gran garceta, la espátula, el somormujo lavanco y, en las zonas poco profundas, el zampullín chico. En otoño, se pueden ver gansos campestres, gansos comunes, aguiluchos laguneros occidentales y aguiluchos pálidos, escondidos en los densos juncales. Si quiere saber más sobre estas singulares aves, no se pierda los puntos de observación de aves y las rutas de excursión del cercano sendero educativo Madárdal.  

En esta pequeña localidad a orillas del lago Velence, se puede admirar una singular exposición al aire libre que ha sido incluida en el Libro Guinness de los Récords. La exposición presenta maquetas de castillos húngaros que ahora están en ruinas, y las 35 estructuras están hechas de piedra, madera, ladrillo, mimbre y barro, igual que los originales. Además de la exposición, también hay aquí una aldea museo de la época de Árpád y, naturalmente, simpáticos animales domésticos.  

Este parque presenta décadas de historia militar. En el área de 1,6 hectáreas, podrá conocer el cuartel de oficiales de la Primera Guerra Mundial, esconderse en las trincheras de la Segunda Guerra Mundial y, en el punto memorial de la Revolución de 1956, encontrarse frente a un auténtico tanque T-55. La Capilla conmemorativa de la tragedia del recodo del río Don, situada a 500 metros del parque, también forma parte de la exposición. ¡No se la pierda! 

El Arboreto y Parque de Vida Silvestre de Pákozd-Sukoró es una granja de jabalíes, faisanes, venados y ciervos, donde los animales pastan en amplias praderas. También podrá contemplar el parque desde lo alto de la torre mirador de la colina Mészeg, con una impresionante vista panorámica al lago Velence. Una característica especial del arboreto es que cualquiera puede utilizar las pequeñas hogueras y hacer barbacoas a su gusto. 

En Kápolnásnyék, le espera un pequeño pero imponente palacio; el edificio neobarroco y el parque del palacio, de 1,5 hectáreas, bien merecen el desvío. El complejo, recientemente renovado, cuenta también con una zona para visitantes y una sala de exposiciones, donde se puede conocer la historia del lago Velence y sus alrededores.