En Csesznek, a 35 kilómetros de Veszprém, merece la pena probar la única via ferrata de Hungría recomendada para menores de edad (a partir de los 7 años). Aunque el recorrido de 100 metros de longitud sobre una pendiente de 45 metros es perfectamente seguro, el arnés de seguridad y el casco no son superfluos para subir a lo largo de los cables de acero fijados en los puntos de seguridad preestablecidos, sobre todo si quieren que los más pequeños disfruten de la subida y no se asusten. Si tiene experiencia en escalada, puede encargarse usted mismo de cuidar al grupo, pero otros deberán llevar a un guía. También podrán ir andando desde Gézaháza hasta Csesznek por el pintoresco Kő-árok (desfiladero de piedra). En el fondo del desfiladero Kőmosó, es posible ponerse el equipo de escalada y luego comenzar la prueba de valor con un acompañante adulto.
También hay que estar preparados, pues algunos podrán sentir vértigo. Además, la primera etapa es la más dura, y no es fácil para un pequeño prestar atención a tantas cosas. Y es especialmente fácil olvidarse de cómo manejar los mosquetones a tiempo por primera vez, sobre todo con tanta adrenalina. Por cierto, se puede omitir este primer tramo difícil, ya que hay un camino empinado para subir a la primera parada de descanso. Así que, aunque el niño cambie de opinión y rechace la aventura, no hay que desesperarse. El segundo tramo ofrece la perspectiva de un puente de cuerdas integrado. Solo tienen que pasar por él. Las dos últimas etapas vuelven a ser de escalada, pero ligeramente más fáciles que la primera. En la cima, podrán disfrutar de una fantástica vista del castillo situado enfrente. De vuelta de la escalada, visiten el castillo en ruinas. Desde el aparcamiento cercano, un paseo de unos minutos los llevará hasta las murallas de la fortaleza, donde las vistas de los bosques de Bakony serán tan espectaculares como desde la cumbre anterior.