El Día de San Martín es una celebración muy variada: eclesiástica, folclórica y social. Por un lado, en el antiguo mundo campesino, la cosecha en los campos terminaba alrededor de noviembre, y era entonces cuando los arrendatarios recibían su salario anual. Además, no estaba permitido limpiar la estancia, lavar ni tender la ropa, ya que ello provocaría la destrucción del ganado, por lo que la diversión tenía un buen motivo y una buena ocasión. Según la tradición de la época, el día de San Martín era la última gran fiesta antes del ayuno de cuarenta días de Adviento.
Pero, ¿quién era el legendario Martin?
Importante misionero, mendigo y soldado, fue un hombre santo cuyo viaje estuvo acompañado de milagros. Sus seguidores querían elegirlo obispo de Tours, pero él, modestamente, se escondió de los enviados que acudieron a él en un granero... pero las ocas que allí había graznaron delatando su escondite. La festividad de San Martín de Tours, el 11 de noviembre, está asociada a muchas tradiciones y creencias populares en Hungría y otros países.