Budapest 1 °C
Magyar Magyar

Ligeros paseos otoñales por Budapest y sus alrededores

VácrátótGran Budapest

En otoño, la naturaleza, las ciudades y los paisajes adquieren un aspecto completamente diferente, a menudo incluso más colorido que en verano. También en noviembre, podrá dar pequeños paseos por la ciudad o el bosque en un día fresco o incluso muy frío pero soleado.  

¡Visite Sashegy!

La forma más natural de combinar el turismo con la naturaleza es un tranquilo paseo por Sashegy (colina del Águila). Si elige la colina Széchenyi como punto de partida, disfrutará de una vista panorámica de la ciudad durante todo el camino. A unos cientos de metros de la terminal del Tren de Cremallera, se encuentra la terminal del Ferrocarril Infantil, desde donde parte el recorrido turístico. La colina Széchenyi, de 482 metros de altura, tiene un mirador de piedra muy bonito, aunque no está en la cima, sino debajo de ella. El camino serpentea a lo largo de la valla de la torre de televisión y, desde el exterior, se puede admirar una buena vista de la torre de transmisión de 192 metros de altura. Tras las curvas agudas de la ruta de senderismo que desciende desde la cresta, se esconde junto al camino la única cueva de sumidero bien conservada de las Colinas de Buda, el sumidero de Farkasvölgy (Valle de lobos).

Se aconseja acercarse a la cueva de 6 metros de profundidad con extrema precaución, ya que quien caiga en ella seguramente no podrá salir por sí mismo. El valle no debe su nombre a la bestia, sino por las aristoloquiáceas (manzanas de lobo en húngaro) que se reproducen aquí. A partir de ahí, podrá seguir en el mismo nivel hasta llegar a Ördög-orom (Cima del Diablo).

 

El punto más alto de la cresta que se extiende a lo largo de varios cientos de metros es Ördögszószék (Púlpito del Diablo), de 317 metros de altura, que también parece escarpada porque se encuentra sobre una cantera de piedra de afilar abandonada. Desde el peñasco de dolomita del Ördög-orom, con sus afloramientos de roca desnuda, se puede ver claramente la colina Sas y la lejana colina Gellért. Desde el final del desfiladero, descendemos por una empinada pendiente a través de la plaza Márton Áron hasta la entrada del cementerio Farkasréti. Desde aquí, sólo hay un corto paseo hasta las puertas del Centro de Visitantes de Sas-hegy, al final de la calle Tájék. El jardín yermo del Centro es también una reserva natural, y sólo se puede hacer una visita guiada por sus senderos, pero, a cambio, se obtendrá algo de información. Una de las estaciones sismológicas de la Academia de Ciencias de Hungría se encuentra en un búnker construido durante la Guerra Mundial en Sas-hegy, que cuenta con excelentes puntos estratégicos. Cuando hay un terremoto en Japón, las ondas de choque se detectan aquí después de siete minutos. Desde la colina, se puede bajar casi directamente hasta el nudo vial BAH por la avenida Hegyalja. La ruta Sas de Buda es un refrescante paseo sinuoso de 3 horas de duración, en su mayor parte cuesta abajo por unos 9 kilómetros de terreno. 

Sashegy

Jardín Botánico Nacional – Vácrátót

En otoño, las plantas ofrecen una vista particularmente cautivadora. Así que una visita a cualquier arboreto es una buena idea. Como el de Vácrátót, pero también podrá vivir una experiencia similar en el Jardín Botánico de Szeged, el Parque del Palacio de Martonvásár, o incluso en el Sendero educativo del lago Naplás, en la localidad de Cinkota. El Arboreto de Vácrátót es la mayor colección científica de plantas vivas de Hungría, que no solo es una reserva natural, sino también un jardín monumental de 200 años de antigüedad.

 

Hasta ahora, se han registrado 62 especies de aves nidificadoras, 22 especies de peces en los lagos y 73 especies de moluscos que han encontrado un hogar aquí. Además de los paseos en solitario por los senderos, las visitas al invernadero o los recorridos temáticos por la vegetación de la temporada, también podrá reservar una visita completa guiada por un botánico local. Esto último deberá acordarse de antemano y tendrá un coste adicional, pero merece la pena. 

Jardín Botánico Nacional, Vácrátót

‎¡MUÉVETE EN TU ENTORNO COMO UN HÚNGARO!