El funicular del castillo de Buda, además de por su riqueza patrimonial e histórica, es una buena oportunidad para contemplar las vistas sobre Budapest. El «Sikló» (como se le conoce en húngaro) asciende por la colina y ofrece vistas fantásticas del Danubio a su paso por la ciudad.
El tren de los niños (Gyermekvasút) conecta numerosos puntos de interés y brinda la oportunidad de hacer excursiones a las colinas que bordean Budapest. Los empleados del tren son niños uniformados que llevan a cabo diversas tareas (bajo la supervisión de un adulto, por supuesto), por ejemplo, comprobar los billetes de los pasajeros.
Si la subida a la colina de János le ha dejado sin fuerzas, el telesilla de Zugliget (Libegő) es el plan perfecto para reponerse, ya que podrá disfrutar de la tranquilidad de la naturaleza a este lado de la ciudad desde lo alto, o para disfrutar de una salida más divertida o romántica.
El barco BKK lleva el nombre de la empresa de transportes de Budapest, ya que es quien ofrece el servicio. No necesita un crucero; este barco recorre Budapest por el Danubio y le muestra los escenarios más vistosos de la ciudad.
El número de usuarios de Bubi crece de forma imparable, y es que los locales son muy aficionados a la bicicleta, tanto por su conciencia medioambiental como por la comodidad de este medio. Pague en cualquiera de los «puestos», desancle su bicicleta Bubi, diríjase a su destino y ánclela de nuevo en el punto que más le convenga.