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Palacio Grassalkovich - Gödöllő

Palacio GrassalkovichGödöllőGran Budapest

¿Además de Budapest, también le gustaría descubrir las bellezas de la Hungría rural? Entonces, compre billetes para el tren de la nostalgia, viaje en coche o en el transporte público local a Gödöllő, a sólo 30 kilómetros de la capital. ¿Por qué? Porque esta ciudad rural alberga el palacio barroco más grande de Hungría, el famoso Palacio Grassalkovich.

Aire puro, bosques hasta donde alcanza la vista. ¿Habría pensado que esta zona fuera antaño alojamiento y coto de caza reales? Si siempre le ha interesado la vida de la nobleza y le habría gustado conocer su vida cotidiana, no encontrará un destino mejor que este. La construcción del palacio barroco más grande de Hungría fue iniciada en 1735 por el Conde Antal Grassalkovich I, confidente de María Teresa. En 1745, se completó la primera ala en forma de U que encierra el patio interior, con el salón de ceremonias y las suites reales. Posteriormente, se agregaron dos nuevas alas al edificio: en el sur se ubicaron el granero y el desván de heno, y en el ala norte, la iglesia católica romana, que aún hoy día recibe a sus fieles. Años después, el hijo del conde también instaló un teatro barroco en el interior del edificio, que en aquel entonces funcionaba solo con espectáculos temporales de compañías alemanas que actuaban en Buda, Pest y Győr. Este fue el primer teatro de mampostería provisto de bastidores de Hungría, que aún se conserva en nuestros días. La construcción de la última ala del lado norte, el nuevo invernadero de naranjos y la transformación del jardín francés en un jardín paisajístico son obras de Antal Grassalkovich III.

Tras la extinción de la familia, el palacio tuvo varios propietarios, hasta que en 1867 el Estado húngaro lo compró y, luego de restaurarlo, lo obsequió como regalo de coronación a Francisco José I y la Reina Isabel. Más tarde, se convirtió en lugar de descanso rural favorito de la pareja. Para complacer a Sisi, antes de su llegada, los jardineros del palacio siempre plantaban sus flores favoritas en el pequeño jardín delantero frente a su suite: violetas y pensamientos. Pero esa no es la única razón por la que a Isabel le encantaba el palacio. Durante sus visitas, ella reunía a su alrededor a la flor y nata de la aristocracia, organizaba carreras de caballos, cacerías y, si quería relajarse, leía en su suite o paseaba por el jardín del palacio.

Entre las dos guerras mundiales, el edificio fue la residencia de verano del gobernador Miklós Horthy y, después de la Segunda Guerra Mundial, sirvió como cuartel de las tropas soviéticas, siendo habilitados sus hermosos salones como viviendas de emergencia y casa social, lo que condujo a la gradual destrucción del edificio. En la década de 1990, el antiguo palacio pintoresco y patinado tuvo que ser reconstruido y renovado casi desde las ruinas.

En la planta alta del palacio, actualmente se pueden visitar las exposiciones permanentes del museo, donde podrá admirar, por ejemplo, las suites reales fielmente restauradas y obtener información detallada sobre el período barroco de Grassalkovich, la estancia de la familia real en Gödöllő o el período del siglo XX del edificio. En los últimos años, el palacio también funciona como un verdadero espacio familiar, con programas infantiles y sesiones pedagógicas de museo permanentes para los más pequeños. En el palacio, también se suelen celebrar bodas, eventos amistosos y corporativos.

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