Aire puro, bosques hasta donde alcanza la vista. ¿Habría pensado que esta zona fuera antaño alojamiento y coto de caza reales? Si siempre le ha interesado la vida de la nobleza y le habría gustado conocer su vida cotidiana, no encontrará un destino mejor que este. La construcción del palacio barroco más grande de Hungría fue iniciada en 1735 por el Conde Antal Grassalkovich I, confidente de María Teresa. En 1745, se completó la primera ala en forma de U que encierra el patio interior, con el salón de ceremonias y las suites reales. Posteriormente, se agregaron dos nuevas alas al edificio: en el sur se ubicaron el granero y el desván de heno, y en el ala norte, la iglesia católica romana, que aún hoy día recibe a sus fieles. Años después, el hijo del conde también instaló un teatro barroco en el interior del edificio, que en aquel entonces funcionaba solo con espectáculos temporales de compañías alemanas que actuaban en Buda, Pest y Győr. Este fue el primer teatro de mampostería provisto de bastidores de Hungría, que aún se conserva en nuestros días. La construcción de la última ala del lado norte, el nuevo invernadero de naranjos y la transformación del jardín francés en un jardín paisajístico son obras de Antal Grassalkovich III.