Según Anonymus, un historiador húngaro anónimo del siglo XII, después de que los húngaros llegaran a Europa, a la cuenca de los Cárpatos, su caudillo, Árpád, convocó a los líderes de las tribus en el área donde hoy se encuentra Ópusztaszer. Cuenta la leyenda que en esta reunión se fundó el Principado de Hungría y se aprobaron sus primeras leyes. Con cierta exageración, podríamos decir que aquí se celebró el primer parlamento de Hungría. A partir el siglo X, el asentamiento se desarrolló continuamente, pero debido a los ataques del Imperio Otomano del siglo XVI, quedó despoblado.
El lugar de la fundación del Principado de Hungría se desconocía hasta finales del siglo XIX. Celebrando la conmemoración del milenio de la fundación y la existencia del Estado húngaro, en 1896 se preparó el Monumento Árpád en Ópusztaszer, levantado en honor del primer “parlamento”. Si desea experimentar estos momentos históricos de más de 1100 años, visite el edificio más importante del parque conmemorativo: la Rotonda. Aquí es donde se conserva la pintura más interesante de Hungría.
La pintura titulada El advenimiento de los húngaros; con una longitud de 120 metros y una altura de 15 metros, es la pintura húngara más grande hasta el día de hoy. Árpád Feszty y su equipo terminaron la obra monumental en 1894, siendo curioso que la imagen expuesta en círculo muestra la conquista con un efecto tridimensional: el momento cuando las tribus húngaras lideradas por Árpád cruzan la frontera de la cuenca de los Cárpatos por el paso de Verecke.