El jardín infantil «El Bosque de los Cinco Acres» encantará a los pequeñines, mientras que los padres podrán disfrutar, por ejemplo, jugando a la petanca en una de sus pistas o al ajedrez en uno de los tableros gigantes. Cuando hace buen tiempo, vale la pena visitar la Torre del Agua del Gran Bosque, donde, además del rocódromo y la terraza de fröccs (bebida de vino con soda), conciertos nocturnos aseguran el bienestar de los visitantes, y las tumbonas colocadas a orillas del cercano lago Békás permiten tomar el sol sin preocupación. Por la noche, vale la pena quedarse en la zona para disfrutar de la presentación inolvidable del Teatro de Niebla.
Recreación en el Parque Cultural
El Gran Bosque ofrece un montón de oportunidades de entretenimiento además de las ya mencionadas, como, por ejemplo, el Parque Cultural, que es una experiencia de por vida para los pequeños, el ferrocarril forestal de vía estrecha conecta el parque de atracciones que lleva el nombre de Matyi Ludas con el zoológico y el jardín botánico, donde los pequeños, en un área protegida de 17 hectáreas, podrán conocer al detalle cerca de 1400 ejemplares de 165 especies animales de cinco continentes. Si les queda tiempo, prueben los dispositivos interactivos del Centro de Experiencias Científicas Ágora. Durante el verano, vale la pena dirigirse hacia el escenario al aire libre construido entre enormes pinos y robles, que, desde principios de mayo hasta finales de septiembre, acoge programas teatrales y musicales en el marco de los Espectáculos al Aire Libre del Gran Bosque.