Culto a Sissi y el búnker de Horthy
Dentro de las imponentes paredes del edificio, podrán conocer acontecimientos importantes de la historia de Hungría en exposiciones permanentes. En un ambiente de la época, no es difícil imaginar a la legendariamente bella Sissi, es decir, a la reina Isabel, que por causa de su suegra y de su deteriorado matrimonio huyó de la corte vienesa a Gödöllő, al palacio Grassalkovich, que había recibido como regalo de coronación. En los pasillos, el pasado cobra vida, como si viéramos a la reina frente a nosotros, con sus damas de la corte peinándole la cabellera que le llega hasta los tobillos, montando a caballo en el picadero o paseando por el parque del castillo salpicado de llamativos limoneros, naranjos y laureles. Asegúrense de visitar entre bastidores el teatro palaciego barroco, que también es una curiosidad en Europa y sigue siendo un lugar de espectáculos teatrales de alta calidad. Si les apetece saltar en el tiempo, recorran una exposición que cuenta la historia del palacio en el siglo XX; tampoco se pierdan el Búnker de Horthy, que se remonta a la Segunda Guerra Mundial, durante la cual proporcionó a la familia del gobernador un refugio resistente a bombas a 10 metros bajo tierra. En los últimos años, el palacio también funciona como un verdadero espacio familiar, con programas para niños y sesiones pedagógicas de museo para los más pequeños. Una audioguía separada para niñas y niños ofrece entretenimiento personalizado. El museo también tiene una verdadera especialidad para los más pequeños. En 2010, se publicó un libro de cuentos titulado El diario del Príncipe Elemér Egérváry, cuya historia fue escrita por Ildikó Faludi y Márton Reményi, y las ilustraciones de Tamás Ferencz, artista de Eger, lo han traído a la vida.