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Región de Sopron Hungría para personas mayores - 2 días

Región de Sopron
¿Cuánto tiempo se tarda?
2 días
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Esta región es famosa por:
Cultura y monumentos
Región de Sopron
Hungría para personas mayores
1 día
El casco antiguo de Sopron se puede conocer en el marco de un corto paseo, partiendo desde la Plaza Mayor.

El casco antiguo de Sopron se puede conocer en el marco de un corto paseo, partiendo desde la Plaza Mayor.

Las calles del centro tienen su comienzo y final aquí. Casi todos los edificios son monumentos y, durante el paseo, los letreros colocados en las fachadas de las casas cuentan muchas historias a los visitantes.

En la Edad Media, Sopron fue una de las siete ciudades reales libres más importantes del país, una ciudad de investidura de reyes y fronteriza que, por su posición geográfica, siempre ha desempeñado un papel importante en la historia como mediadora cultural. Las antiguas rutas comerciales romanas, incluida la Ruta del Ámbar, también pasaban por la ciudad.

Los edificios del casco antiguo albergan varios museos: la Casa Fabricius, el Museo de la Farmacia, el Foro de la antigua Scarbantia, las Sinagogas Vieja y Nueva, la Casa Eggenberg, la Casa Lábas y la Casa César, que se pueden visitar en el marco de un paseo por el centro de la ciudad.

En la plaza principal, la casa Storno y la Iglesia de la Cabra guardan sorpresas para los visitantes de todas las edades.

La Casa Storno es uno de los edificios más hermosos de la ciudad, un palacete barroco de esquina que muestra la historia de Sopron de los siglos XVII y XX. El epónimo Ferenc Storno llegó a Sopron por equivocarse de camino, y comenzó a trabajar como deshollinador; pronto descubrió en los desvanes de Sopron y sus alrededores las obras caídas en el olvido.

El pasado de la Iglesia de la Cabra se remonta a tiempos ancestrales; se menciona por primera vez en un documento de 1280. Sobre su entrada, se observa un escudo de armas en el que figura una cabra que hace referencia al benefactor de la iglesia. Fue escenario de acontecimientos históricos y varias coronaciones, y la asamblea nacional también se reunió numerosas veces dentro de sus muros.

 

Sopron, cuyo símbolo es la Torre de Fuego

La torre es el símbolo de la ciudad, que en tiempos remotos tenía gran utilidad práctica, ya que los vigilantes que antaño servían en la Torre del Fuego advertían desde allí a los habitantes de la ciudad si se producía un incendio, se acercaba un enemigo o si alguien trataba de traer vino ajeno a la ciudad.

Observe las murallas de la época romana en el interior de la Torre del Fuego y, luego, suba hasta la cima de 58 metros de altura de la torre. Allí le llevarán 200 escalones que se pueden subir fácilmente con unas cuantas pausas para descansar. Merece el esfuerzo, puesto que desde el mirador circular se ofrece una vista impresionante de Sopron, el lago Fertő y la cercana Austria.

 

Visite la Manufactura de chocolate Harrer.

La dinastía de pasteleros Harrer de origen austriaco lleva ya cuatro generaciones deleitando a sus clientes y, desde hace una década, se dedican también a la elaboración del chocolate.

Ellos mismos tuestan los granos de cacao procedentes de los mejores lugares de producción, todos los productos se elaboran a mano, utilizando exclusivamente ingredientes naturales y, luego, aromatizan las delicias con semillas, frutos secos y especias. Gracias a la constante experimentación, su gama de chocolatinas es única, y sus productos son premiados en prestigiosos concursos internacionales. Pruebe sus chocolates amargos y con leche, los bombones, los ganaches, el chocolate caliente y, en los calurosos días de verano, por supuesto, los helados.

Para la degustación de chocolate, es conveniente hacer la reserva con antelación.

 

2 días

«El Versalles húngaro» - el Palacio Esterházy de Fertőd

El edificio del Palacio Esterházy de Fertőd cobró su forma actual en el siglo XVIII. El palacio de 126 habitaciones es una digna contraparte del Palacio de Schönbrunn en Viena o del Palacio de Versalles en París.

En el «Versalles húngaro», la música y el esplendor caracterizaban la vida en el pasado. Aquí se celebraban bailes y fiestas con regularidad, y la emperatriz austríaca, María Teresa, también asistió a alguna de estas lujosas veladas. Para finales del siglo XVIII, se había convertido en uno de los principales centros culturales del país, por lo que no es de extrañar que el famoso compositor austríaco, Joseph Haydn también viviera y trabajara aquí durante dos décadas.

Después de la exposición que presenta la historia de la época en las salas del palacio, vale la pena dar un largo paseo por el hermoso parque.

 

Cata de vinos en Sopron: Erhardt, Bruckner, Pfneiszl

Si visita la ciudad de Sopron, no deberá olvidar que está en una región vinícola cuya variedad más típica es la blaufränkisch o franco azul. Los vinicultores de Sopron solo por el billete de francos de más alto de valor, de color azul, vendían sus vinos a los soldados de Napoleón, de ahí el origen del nombre; así que degústelos.

En la bodega del restaurante Erhardt, le espera un lugar tradicional bajo arcadas, auténtico de los poncichter (productores autóctonos de Sopron), con una amplia gama de vinos de las bodegas de la región, recomendaciones profesionales del sumiller y una excelente cocina.

En la Bodega Bruckner, podrá conocer de cerca la vida de un verdadero «Buschenschank», o sea, un lugar donde el enólogo vende sus vinos en su propia casa, conforme al decreto emitido por el emperador José II en 1784. Además de sus propios vinos, la bodega familiar también ofrece platos fríos y calientes, estos últimos servidos en bandejas de madera.

El nombre de las hermanas Pfneiszl ya es conocido por todos en la región. Las hijas de una familia de enólogos austriacos, Katrin y Birgit, cultivan 13 hectáreas en la finca de Sopron heredada de sus padres y pasan los 365 días del año trabajando en los viñedos. Los vinos amables y juveniles elaborados con una sensibilidad femenina hablan por sí mismos. Así les gusta vivir.

 

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