La escena de la vida social: el café
El primer café húngaro fue abierto en 1714 por un comerciante serbio llamado Balázs el «Cafetero». Poco después, los cafés proliferaron por todo el país, convirtiéndose en el principal escenario social durante los siguientes 200 años, siguiendo la tendencia de los cafés vieneses. Por supuesto, también atrajeron a algunas de las figuras más famosas del mundo del arte, con escritores y poetas tan notables como Dezső Kosztolányi, Ferenc Molnár, Géza Gárdonyi, Frigyes Karinthy y Zsigmond Móricz sentados a las mesas del New York, el Central Café o el Hadik.
El espresso es el favorito
A diferencia de muchos países de Europa Occidental, donde el café largo es el favorito, en Hungría se sigue prefiriendo el espresso fuerte al estilo italiano y las bebidas de café hechas con espuma de leche (capuchino, latte macchiato). En la elaboración del café expreso italiano, no se cuecen los posos, sino que se utiliza la presión para extraer los sabores del café, y la cafetera produce la bebida rápidamente y siempre con una calidad fiable.
Las cafeterías húngaras siguen conservando esta triple tradición y ofrecen una variedad de especialidades estimulantes, mezclando o utilizando solos los cafés robustos más fuertes y los arábigos más suaves. Y, siguiendo la tradición de los cafés vieneses, las delicias de pastelería acompañan al café fuerte. En las últimas décadas, las tiendas de las cadenas internacionales de café más conocidas también han ganado popularidad, especialmente entre los jóvenes.
El café se especialidades entra en escena
En los últimos años, otra tendencia cafetera ha ganado terreno entre los húngaros, que siempre han sido propensos a la cafeína. Las especialidades de café seleccionadas a mano y torrefactadas con calidad excepcional, se caracterizan por una armonía única de sabores afrutados, ácidos y dulces. El sabor único de las bebidas de calidad única se combina con la hospitalidad familiar en los cafés de especialidades, que son cada vez más populares en Budapest y en el campo. Si comienza el día en un café como éste, le garantizamos que saldrá recargado.