Su historia se remonta a más de mil años; según la leyenda, la triple colina fue el lugar de nacimiento de San Martín (obispo de Tours en el siglo IV). La zona fue una importante región vinícola de la provincia Panonia en la época romana. Cuentan que la conquista también terminó aquí; el caudillo Árpád descansó en estas colinas después de vencer al soberano moravo Svatopluk. El monasterio benedictino fue fundado en los albores del Estado cristiano húngaro en 996 por el príncipe Géza, y su hijo, San Esteban, el rey fundador del Estado, enriqueció a la comunidad con donaciones adicionales, convirtiendo el lugar en el recuerdo más importante de la apertura simbólica hacia el Occidente y el cristianismo.