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La Pécs de la época turca le invita a un emocionante viaje en el tiempo.

La mezquita del pachá Gazi QasimPécsRegión de Pécs

Pécs es una ciudad rica en arquitectura otomana. Mezquitas, baños y tumbas: todos conservan hermosos vestigios de una época pasada. 

Mezquitas salvadas

La cúpula verde pálido de la mezquita del pachá Gazi Qasim es el símbolo número uno de Pécs y una brújula para los visitantes. La mezquita, que se alza orgullosa en la plaza Széchenyi, fue originalmente una iglesia, convertida en mezquita por el pachá Gazi Qasim en el siglo XVI. Durante la expulsión de los turcos, se salvó de los combates, sólo el minarete resultó dañado. Más tarde, la orden de los jesuitas se hizo cargo de ella y la reconvirtió en una iglesia católica. Deténgase en el centro de la plaza y observe que la mezquita está ligeramente inclinada. Esto no es casualidad, ya que el edificio se inclina hacia la Meca.   


 
Nuestro otro monumento turco que se ha conservado particularmente en buen estado es la mezquita de Jakovali Hassan Pasha; además, es el único que ha resistido la prueba del tiempo junto con su minarete. El monasterio de los derviches de Mevlevi se construyó junto a la mezquita de Jakovali. Son los derviches danzantes, cuyo ritual es Patrimonio Mundial de la UNESCO. Desde la mezquita rectangular, una escalera de madera conduce al alminar, desde cuyo interior otros 87 escalones conducen al balcón circular. 

El arte balneario

La ocupación turca no sólo nos dejó tesoros artísticos y culturales, sino también dejó una importante huella en nuestra cultura del baño. La ciudad de Pécs se enriqueció con tres baños durante la ocupación turca, pero hoy sólo se pueden ver las ruinas de uno de ellos, el hammam del pachá Memi. Observando los detalles reveladores, imagínese los baños en su esplendor original: un vestíbulo con una fuente ornamentada, bancos a lo largo de las paredes, un techo abovedado con aberturas hexagonales para iluminar los baños.  


 
... y una curiosidad de Pécs 
El baba (padre) Idris era un hombre santo, un amigo íntimo de Alá. Pero esa no es la única razón para visitar su tumba, pues es una de las dos tumbas turcas que se conservan. Siguiendo la tradición funeraria otomana, el edificio central tiene una base octogonal abovedada y una fachada sin enlucir. 

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