Llegue en barco como los reyes

La siguiente parada es Visegrád, uno de los asentamientos más importantes de la Edad Media húngara, seguido de la bellamente emplazada Esztergom, sede de la tercera iglesia más grande de Europa.

La Ciudadela de Visegrád se muestra en toda su belleza desde el Danubio, mientras que, subiendo al castillo, podrá disfrutar de la vista panorámica del recodo del Danubio antes de visitar la exposición sobre el rico pasado del edificio. Aquí no sólo se celebró la reunión real de 1335, sino también, en varias ocasiones, se guardaron entre estos muros la Santa Corona y las joyas de la coronación. Este es el tema de la exposición y el panóptico, pero también podrá ver armas medievales y otros utensilios de guerra. No se pierda la Torre de Salomón, sede de los torneos de justas, ni la residencia de verano del rey Matías, el Palacio Real. 

Si busca una excursión más intensa por la zona, tenga en cuenta los nombres del valle del desfiladero salvaje –Rám-szakadék (Barranco Rám) y Prédikálószék (Silla del Predicador)– que ofrece unas vistas excepcionales, pero para ambos se recomiendan botas de montaña profesionales. 

En Esztergom, deberá visitar la Basílica, la catedral principal de la Iglesia católica húngara, obra maestra del clasicismo y el mayor edificio eclesiástico del país. El Museo del Castillo de Esztergom, situado a los pies de la basílica, le transportará a la época de los reyes de la Casa de Árpad. La parada más emocionante de la exposición permanente es la sala abovedada de San Esteban, una de las estancias más antiguas del siglo XII que se conservan en el castillo. Contemple la capilla real, la mazmorra, la impresionante Sala de los Caballeros y la vista panorámica desde la Torre Blanca. 

En la cima de Esztergom, también podrá visitar la antigua casa de verano de uno de los mayores poetas húngaros, Mihály Babits y su esposa, Sophie Török. Por un lado, la Casa Memorial de Mihály Babits está situada en un lugar fantástico, con una gran vista de la Basílica, y por otro, siempre es emocionante conocer a un artista como persona privada, ver dónde pasaba sus vacaciones y dónde trabajaba. (Asegúrese de preguntar los horarios de apertura antes de ir).

No olvide la ciudad más grande al otro lado del río, la barroca Vác. Con su acogedora plaza principal, su imponente catedral y el paseo del Danubio, merece la pena visitarla. 

El Recodo del Danubio también incluye las montañas Börzsöny, un poco más alejadas del Danubio, donde podrá explorar las vistas del pintoresco pueblo de Nagybörzsöny o visitar la iglesia de peregrinación de Márianosztra, bellamente restaurada.

Si lo que desea es alejarse de Budapest durante un día o unas horas y acercarse a la naturaleza, el Jardín Botánico Bertényi Miklós, en las colinas de Visegrád, que goza de un microclima único, es un lugar ideal para ello. Es un exuberante jardín secreto que pocos conocen y que se puede visitar con niños y perros. El parque, de 16,5 hectáreas, es una auténtica delicia; no se imaginaría encontrar un minijardín botánico en un entorno montañoso. La entrada al jardín botánico está justo al lado del restaurante forestal Ördögmalom (Molino del Diablo), donde podrá almorzar e incluso elegir entre 19 paseos tras adquirir su boleto.