En Vértes, en el extremo sur de Gánt, hay dos minas de bauxita abandonadas, una de las cuales está empezando a ser recuperada por la naturaleza, pero con la otra el Parque Nacional Danubio-Ipoly tenía un objetivo diferente. En la antigua mina de bauxita a cielo abierto, al pie de Bagoly-hegy (Montaña de los Búhos), hay ahora un emocionante sendero educativo que conduce a un lugar asombroso. Recorriendo el sendero, que antaño se utilizaba para mostrar cómo se llevaba a cabo la minería de superficie, se pueden ver vestigios dejados por eras geológicas. Un paseo por el paisaje marciano le dará una idea de lo que ha ocurrido en esta zona durante millones de años. Los colores, las capas y las formas que revela la minería le cautivarán: la pared de la mina tiene unos 28 metros de altura, y el color de la roca madre, la dolomita, varía del amarillento al rojo púrpura debido a los distintos minerales.
¿Cuándo se descubrió la mina?
En 1920, se descubrió en Gánt un importante yacimiento de bauxita cárstica y, en 1926, se abrió la mina a cielo abierto. En la década de 1930, era una de las minas de bauxita más conocidas del mundo, y toda su capacidad fue absorbida por la industria bélica alemana durante la Segunda Guerra Mundial. La producción máxima de la mina fue de 600 mil toneladas en 1953, cuando se abrieron una tras otra las diversas canteras a cielo abierto y se extrajo bauxita en cinco lugares de las afueras de Gánt. En la década de 1980, los yacimientos se agotaron y la producción cesó en 1987.