El impresionante conjunto arquitectónico de la Archiabadía Benedictina de Pannonhalma ya desde lejos llama la atención. Vale la pena acercarse a la entrada incluso a pie, el sendero cuesta arriba ofrece una experiencia incomparable. El centro religioso más grande y antiguo de Hungría ha sido merecidamente declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Una de las curiosidades de la iglesia es que tiene tres niveles: el inferior es para los fieles, el intermedio es el lugar para la oración y el superior es el santuario. En el conjunto se puede admirar la Basílica de San Martín, la puerta principal medieval, la llamada «porta speciosa» en latín, y el claustro que conecta la puerta a la iglesia. La iglesia, que originalmente fue construida en estilo románico tardío y gótico temprano, con el paso del tiempo se ha complementado con elementos de arquitectura barroca y clasicista, lo que hace que el edificio, debido a esta mezcla de estilos, sea aún más emocionante. Sin duda, lo que más impacta a los visitantes es la biblioteca de 400 000 tomos, donde a todos le entran ganas de sumergirse en los folios de los volúmenes antiguos. Subir escaleras siempre es bueno para la salud, y desde la torre de 55 metros de la iglesia se ofrece un panorama impresionante.
Gastronomía y arboreto
La Archiabadía Benedictina está habitada por una comunidad de unos 40 frailes, que, aparte de la vida religiosa, gestionan el liceo-internado, y también aseguran que el visitante no se pierda las especialidades gastronómicas. El monasterio dispone de una bodega y un jardín de hierbas, donde se elaboran los famosos vinos de la abadía, así como sirope de lavanda y vinagres de vino de hierbas, entre otros. Podrá dar un paseo estupendo entre los enormes árboles del arboreto perteneciente a la abadía, no se lo pierda.