Castillo de Gyula
La monumental fortaleza fronteriza gótica fue antaño una de las tres más sólidas del país. Para su construcción no se utilizaron piedras, sino que los ladrillos se quemaron localmente de la arcilla proporcionada por los ríos Kőrös. Tras 129 años de dominio turco, también albergó una cervecería, una casa de pálinka, un archivo y una prisión. Hoy, es un museo con 24 salas donde se puede conocer la rica historia de la ciudad.