Basta con pasear por las calles de cualquier ciudad húngara, casi sin rumbo, para tener una buena oportunidad de tropezar con una valiosa obra de arte. Tanto si busca esculturas de personajes históricos, artistas famosos o divertidas miniesculturas, podrá encontrarlo todo en el mapa de arte interactivo kozterkep.hu. Pero ¿qué vale la pena buscar?
Monumentos históricos
Los apasionantes siglos de la historia de Hungría, sus períodos gloriosos y oscuros, han sido el tema de muchas obras de arte público. La estatua de San Esteban y Gizella (obra de József Ispánki) en Veszprém, erigida en 1938, conmemora la fundación del Estado. Sin embargo, nuestro rey fundador y su esposa no sólo se conmemoran aquí, sino también en Tihany, Szeged, Kapuvár y Zalaegerszeg. El rey Matías también se representa en numerosas estatuas públicas, como en Pécs, Szeged, Győr y Budapest. El Monumento del Milenio de la Plaza de los Héroes ofrece un verdadero resumen de las grandes figuras de la historia húngara, desde las figuras centrales de los siete caudillos conquistadores, hasta el rey Luis el Grande y Lajos Kossuth. La revolución de 1956 también tiene monumentos en casi todas las ciudades húngaras. En todas las poblaciones húngaras, hay esculturas de temática religiosa, pero una de las más recientes es la estatua del Cristo Bendiciente de Tarcal, la mayor escultura de granito de Europa, que ofrece una magnífica vista de los alrededores desde su pedestal.
El monumento de los zapatos a orillas del Danubio, en conmemoración a las víctimas del Holocausto, recuerda un período más oscuro de nuestra historia. La obra conjunta del director de cine Can Togay y el escultor Gyula Pauer fue votada como la segunda escultura pública más impactante del mundo en 2016. El monumento de Attila F. Kovács frente al Museo de la Casa del Terror en Budapest recuerda el periodo de la Guerra Fría.